Xallas Electricidad y Aleaciones (XEAL) cuenta con un convenio colectivo propio tras haber finalizado un proceso de negociación en el que obtuvo el apoyo de UGT, CGT y USO, las fuerzas que conforman la mayoría de la representación sindical en la empresa.
Desde enero de 2022 XEAL había estado aplicando el convenio colectivo provincial para la industria después de no haber logrado acordar uno propio, a pesar de que ese era “el espíritu de la empresa”. A finales de noviembre las secciones sindicales de UGT y CGT remitieron una nueva propuesta con las materias objeto de negociación, tras lo que se estableció una mesa de negociación, con un calendario a lo largo de todo el mes de diciembre.
Tras su aprobación definitiva, la Directora Corporativa de XEAL, María Couto, ha destacado que se trata de “un hito muy importante en la historia de la compañía” y se ha mostrado convencida de que “será el primero de muchos otros”.
Rechazo de la CIG
La CIG ha explicado que no ha firmado el convenio por “profundizar en los recortes, no contar con el comité ni someterse a la asamblea de trabajadores”. En un comunicado, argumentan que el texto, “aunque pueda tener validez legal, es inmoral y carece de legitimidad porque no representa la voluntad de los trabajadores de las fábricas ni de las centrales hidroeléctricas”.
Para el sindicato este convenio supondrá, además, una “involución en los derechos laborales, salariales y sociales del conjunto del personal; y menos aún cuando la empresa se está llenando los bolsillos a cuenta de explotar los recursos naturales que son de todos”.
En lo económico, critican que no se garantice el poder adquisitivo de los salarios al no contemplar una cláusula de revisión conforme al IPC real, además de perder el complemento por IT en caso de enfermedad común; mientras que en caso de accidente laboral aceptan que sea el comité de seguridad y salud el que dé el visto bueno para poder cobrar el 100%.
“Este convenio es un traje hecho a medida de XEAL, pensado incluso para que no vuelva a hacer contrataciones”, afirman. En este sentido, explican que se modifica el sistema de rotaciones de puestos para crear un quinto turno en el que se impone al personal 17 días de vacaciones, “que no compensan con los mismos días de bolsa y en el que el trabajador empieza ya el año debiendo días a la empresa, que puede disponer de estas jornadas a su antojo”.
Así, continúan, desaparecen las contrataciones para sustituir las vacaciones del personal, además de anularse el párrafo del convenio por el que se obliga a la empresa a contratar en caso de pasar de un determinado número de horas extraordinarias.
“A esto hay que añadir la pérdida de contratación temporal en prácticas y la figura del médico de la empresa, el lote de Navidad y el establecimiento de una jornada de mantenimiento de día que resulta completamente discriminatoria”, lamentan.