La campaña de excavación arqueológica en la fortaleza de As Torres, en el municipio pontevedrés de Tomiño, ha revelado nuevos indicios que apuntan a que este enclave del siglo XVII pudo haber sido un fortín estratégico construido para frenar una posible invasión portuguesa.
Los trabajos, desarrollados en el marco del campo de trabajo juvenil promovido por la Xunta de Galicia, están permitiendo reinterpretar la función defensiva del yacimiento, hasta ahora identificado como una simple batería militar.
La investigación sugiere que la fortificación fue construida en tierra, con un revestimiento parcial en piedra. Este tipo de estructura habría servido para controlar las rutas que conectaban A Guarda con Tui, y Tui con Baiona, puntos clave en el sur de la provincia durante el siglo XVII.
Uno de los elementos más destacados hallados hasta el momento es un complejo sistema defensivo compuesto por dos fosos y una contramuralla. Según los investigadores, estas zanjas defensivas aprovecharon antiguas trincheras de minería de oro de época romana, adaptadas durante la Guerra de Restauración portuguesa (1640–1668), en la que se enfrentaron las coronas de Portugal y España.
También se conserva con claridad el acceso original a la fortificación, junto a los restos de un parapeto defensivo que habría sostenido una empalizada de madera. Esta estructura impedía la visibilidad hacia el interior y ofrecía protección adicional. Además, se ha documentado una plataforma de entrada que conducía al recinto.
El análisis preliminar indica que los materiales utilizados en la construcción proceden del entorno próximo, como el granito local y los cantos rodados del río Miño, integrados tanto en el parapeto como en zonas revestidas de la muralla.
La investigación todavía no ha finalizado y su objetivo es el de documentar las técnicas de construcción y organización interna de la fortaleza.