Hace 32 años nacía en San Sadurniño un sueño llamado Club Deportivo Aldebarán. Fue creado de la mano del gran impulsor del voleibol en el municipio, el profesor Manolo Seco, quien en el curso 77-78 llegó al colegio y puso en marcha un club para compartir con sus alumnos la pasión por este deporte. Décadas más tarde, el Aldebarán-Intasa San Sadurniño logró lo impensable: que un pueblo de apenas 3.000 habitantes se situara en lo más alto del voleibol
El último logro de este club llegó hace dos semanas, cuando certificó su ascenso a la Superliga Masculina de Voleibol, la primera categoría a nivel estatal, donde ya había militado años atrás. Lo hizo siguiendo la filosofía que siempre ha estado detrás del equipo: la apuesta por los jugadores locales, la dedicación a la formación y el apoyo del público.
Sin embargo, este ascenso logrado en la cancha tiene un asterisco: podría no traducirse en el paso a la categoría superior si el club no consigue un apoyo económico que le permita competir con garantías y sin generar pérdidas, como ya sucedió en otros momentos en la élite.
«Si esto fuera fútbol, nadie se preguntaría si podemos ascender, pero nosotros dependemos de que lleguen patrocinios para tener garantías», explica el presidente del club, Uxio García Lamas, quien también fue jugador del Aldebarán-Intasa San Sadurniño tanto en Superliga 2 como en la máxima categoría, y que pide, más allá de patrocinios privados, una mayor implicación de las administraciones públicas, «en igualdad de condiciones con otros deportes».
Una historia de éxito
El club inició su recorrido oficialmente en 1992, con una generación que, partiendo desde las categorías base, empezó a encadenar éxitos y ascensos como senior a partir de finales de esa década. Finalmente, el equipo se consolidó en la división donde lleva militando más tiempo: la Superliga 2.
«Durante muchos años estuvimos en la parte baja y pensábamos que era nuestro techo, pero no: estaba mucho más arriba y en el 2016 conseguimos nuestra primera Copa Príncipe», relata el presidente del club, también partícipe de esos triunfos como jugador y capitán. Ahí comenzaba el ciclo de ocho años en el que se encuentra ahora mismo el Club Deportivo Aldebarán, con dos copas, dos ligas y dos subcampeonatos de la Superliga 2. Además, dos de esos ocho años se pasaron en primera.
El ascenso
El equipo terminó esta temporada como segundo clasificado de la Superliga 2 y, por lo tanto, ganando su plaza en primera. Lo hizo en un playoff disputado en el pabellón municipal de San Sadurniño que reunió a más de 5.000 espectadores a lo largo del fin de semana, todo un hito para un municipio de 3.000 habitantes. El Aldebarán venció al CDV Textil Santanderina en las semifinales, garantizando así el ascenso a pesar de perder la final. El siguiente partido ya no se juega en la pista: ahora toca buscar fondos para poder competir en la máxima categoría.
«Aún siendo jugador, vi las carencias, no viajando en condiciones o teniendo una plantilla demasiado corta, y esta vez hablamos de que, si no tenemos garantías, no vamos a ascender«, sentencia Uxío García.
Pendientes de la decisión, el foco del club seguirá siendo el mismo, con o sin ascenso: el deporte base, con escuelas en Ortigueira, Cedeira, Ferrol y San Sadurniño para difundir esa misma pasión por el voleibol con la que nació hace 32 años. Ese es el verdadero triunfo.
