Ander Cantero: “Mi futuro son los partidos que me quedan con el Racing”

El portero llegó esta temporada al Racing de Ferrol y ha sido uno de los artífices de llevar al conjunto verde a firmar una de las mejores temporadas de su historia

Ander Cantero Armendariz (Pamplona, 1995) llegó esta temporada al Racing de Ferrol y se ha convertido por méritos propios en el titular indiscutible de la portería racinguista. El guardameta ha disputado todos los partidos de Liga y ha sido uno de los artífices de llevar al conjunto verde a firmar una de las mejores temporadas de su historia. Con su contrato a punto de terminar, el próximo 30 de junio, afirma estar centrado en este final de temporada y reconoce que siente el calor de todo el racinguismo.

—Está a punto de terminar esta temporada, ¿qué balance hace Ander Cantero?
Está siendo una temporada muy buena y emocionante. Cuando empezamos se hablaba de esa inercia que tienen los equipos recién ascendidos que siempre suelen empezar muy bien, pero durante la primera vuelta demostramos que no sólo era inercia sino que el equipo hacía muchas cosas bien y tenía muchos argumentos y opciones para ganar los partidos. Luego llegó la segunda vuelta que, aunque fuera de casa hemos fallado un poco más, hemos seguido en esa dinámica de intentar ser protagonistas en los partidos. En general, es una temporada muy positiva, en los partidos que faltan se va a decidir todo y estoy con la máxima ilusión de que todo acabe muy bien.

—Cuando llegaste, Gazzaniga, además de ser un ídolo para todo el racinguismo y un héroe del ascenso, era indiscutible, llegaste tú y lo desbancaste, ¿cómo recuerdas aquel momento?
Son cosas que suceden en el mundo del fútbol. Tenía la experiencia del Lugo donde viví una circunstancia parecida. Aquí, desde el primer momento, intenté dar lo mejor para el equipo y tuve la suerte de que Cristóbal confiase en mí, que era muy importante después del año pasado en Eibar donde no había jugado ningún partido de Liga. Sabía que tenía que empezar muy bien porque llegas a un equipo recién ascendido donde el portero de los años anteriores ha estado muy bien y es normal que se produzca esa situación de que la gente tenga sus dudas y sus preferencias.

Eso al final es el fútbol y es la portería. Lo viví con total normalidad y siempre confiando en uno mismo, sabiendo mis cualidades, los años que llevaba jugando en Segunda y sabiendo que, desde el primer momento, tenía que aprovechar esa oportunidad y hacerlo bien.

—¿Cómo os lleváis Gazzaniga y tú?
Todos nos llevamos muy bien, César, el entrenador de porteros, Gazzaniga, Emilio (Bernad) y yo. Al final, somos los cuatro que pasamos más tiempo juntos en el día a día. Además, con Emilio comparto habitación en los viajes. Siempre digo que cuando en la portería hay gente joven, en el día a día se nota, la competencia es muy sana, nos exigimos a muerte en los entrenos y eso repercute en el bien del equipo y en que uno mismo sea consciente de que tiene que estar bien en cada momento para intentar ganarse la confianza del míster.

—¿Crees que tu explosión total como portero ha sido esta temporada?
Noto una progresión y creo que eso es muy importante para la confianza de uno mismo. Pienso mucho en el día a día, en entrenar lo mejor y lo máximo posible y a partir de ahí, que en los partidos estés más preparado y tengas más opciones de que las cosas salgan bien. Respecto al año pasado en Eibar, aunque fue duro por no jugar mucho, sí que noté que estaba creciendo respecto al año anterior, en el que estuvimos a un minuto de ascender a Primera conmigo jugando desde principios de febrero. El año anterior en Lugo también acabó muy bien personalmente. Me quedo con eso, en ver que día a día mejoro, progreso y están saliendo bien las cosas este año. Lo importante es seguir entrenando y trabajando y el año que viene intentar por qué no, dar otro paso más hacia delante.

—En esa progresión que has tenido ¿Cómo te definirías tú como portero?
Un portero que intenta ser lo más regular posible, que el equipo sepa que atrás siempre va a haber una persona que va a tratar de no cometer errores y no va a arriesgar. Creo que la portería trata de eso, de dar más que de quitar. Conociendo muy bien mis características y mis limitaciones, intentas salir al campo y ayudar al equipo.

Es verdad que me gusta mucho ayudar en el juego aéreo, en las acciones a balón parado, en centros laterales y, sobre todo, ser un portero que intenta evitar las acciones de mayor peligro en las que rematen a portería. Hoy en día, con la calidad que tienen los atacantes en el fútbol profesional, como a un tero le tiren mucho, está vendido. Intento transmitir seguridad, para mí eso es primordial en un portero.

 

Cantero celebra una acción con Jon García | RAÚL LOMBA

 

—Te vemos echar muchas broncas en el campo y dar muchos gritos a tus compañeros… ¿Cómo es Ander como persona?
Es verdad que se podrían diferenciar dos personas. Una cuando salgo al campo donde tienes esa responsabilidad, ese carácter de ser muy competitivo, de intentar hacerlo lo mejor posible y de intentar ayudar al máximo. Al final, eso hace que tengas que estar muy alerta, corrigiendo y que tengas que gritar a la gente, pero es algo normal del fútbol.

Aunque les grite mucho a mis compañeros no es porque me caigan mal ni porque me lleve mal con ellos, sino porque intento que me escuchen de la mejor manera. El portero tiene esa visión de ver lo que está pasando desde toda la perspectiva y es muy importante la comunicación. Fuera del campo, en el plano personal me definiría como un chico muy normal, familiar y tranquilo. Siempre que me ha tocado estar fuera de casa, he tenido el apoyo de mis ‘aitas’, que han venido muchas veces a los sitios donde he estado y eso se agradece.

Cuando estás en el fútbol profesional tienes mucha responsabilidad, el día a día también te condiciona eso, el saber que tienes que estar lo mejor preparado posible y cuidarte al máximo porque el rendimiento tiene que ser inmediato y con la máxima exigencia. Tienes que tener una constancia, yo creo en eso. Sin dejar de vivir, porque al final somos gente como otra cualquiera, pero sí que, cuando eres consciente de donde estás y de lo difícil que es llegar aquí, siempre estás un poco condicionado. Por suerte, es lo que me han inculcado desde chaval mis ‘aitas’, el trabajo diario y el esfuerzo continuo.

—Además de futbolista, estudiante de psicología, ¿cómo lo llevas?
Estudio psicología a distancia en la UNIR y voy muy poco a poco, estoy en lo equivalente a tercero. Sabía que este año iba a ser muy importante y que tenía que intentar dar mi máximo, así que decidí aparcarlo un poco. Cuando me gusta algo, quiero hacerlo bien, soy exigente conmigo mismo y tengo ambición y competitividad, así que lo dejé a un lado y empecé un curso de inglés online, que siempre se me ha dado bien pero cuando no lo trabajas se pierde mucho.

Lo he retomado un poco este año y estoy a gusto. Cuando tenga un poco de estabilidad, la idea es seguir metiéndole horas a psicología para de cara a un futuro tener más herramientas. Me gustaría seguir ligado al fútbol y creo que hoy en día, lo más importante es la mente y el saber cómo gestionar las cabezas de la mayoría de la gente que te rodea.

—Es tu segunda etapa en Galicia, primero Lugo y ahora Ferrol… ¿Cómo vives este período?
Galicia Calidade (risas). Cuando en verano me llega la opción de venir al Racing, aposté por venir porque sabía que iba a venir a un sitio en el que iba a estar bien. Los dos años en Lugo fueron muy buenos a nivel de vida, de lo cómodo que estaba y de cómo la gente respondía ante el equipo. Sabía que en Ferrol iba a ser muy parecido.

Eso es algo muy importante para el futbolista, saber que vas a estar en un sitio donde la gente, pase lo que pase, te va a apoyar y va a confiar en ti. Son ciudades un poco diferentes, pero cuando vienes a jugar al fútbol buscas ese apoyo y en ese sentido son parecidas. Desde el principio, tenía muy claro que venir a Ferrol iba a ser una buena decisión.

—Para el tiempo que llevas en el Racing se nota que la afición te tiene mucho cariño, ¿notas el calor de la gente?
Soy una persona que me muevo por la ciudad y ese cariño de la afición lo ves y te llega totalmente. Luego, sobre todo, en el campo, que todo Fondo Sur te anime y coree tu nombre, eso es la hostia. Llegué a un equipo recién ascendido para dar mi máximo, pero, como es lógico, no tienes ese tirón desde el principio para que la gente pueda confiar en ti o te conozca.

A estas alturas, el cómo noto el cariño de tanta gente es algo bonito porque sabes que están reconociendo tu trabajo profesional y cómo eres como persona. Refleja el cómo te ven y lo que transmites. Eso es una de las cosas más bonitas que se quedan en el mundo del fútbol. Por ejemplo, en la despedida de Eibar todo fueron palabras de agradecimiento y de desearme suerte. Es algo de lo que estoy orgulloso y ojalá, aquí la gente en el Racing, tenga ese sentimiento.

—El 30 de junio acabas contrato y el racinguismo no quiere que te vayas, ¿tú cómo ves el futuro?
El futuro ahora mismo son los partidos que me quedan con el Racing, pero no porque sea un tópico, ni porque quieras abrir o cerrar ninguna puerta sino porque es lo que siento. Cuando has tenido un año muy jodido, valoras mucho el momento en el que estás, no puedo pedir mucho más a esta temporada. Llegar la última semana antes de empezar la Liga, empezar de titular, ver al equipo progresar, adaptarme al equipo y contar con la confianza de todo el mundo, y llegar al final de temporada con las opciones de hacer algo histórico…

No me permito mirar nada más porque creo que no sería bueno para nadie. ¿De qué me sirve estar pensando en el año que viene si ahora mismo puedo hacer algo que va a ser historia en este club? En ese sentido lo tengo muy claro, he hablado con mi representante y cuando acabe la temporada nos sentaremos a hablar y se verá lo que pasa.

Ahora estamos centrados en esto y tenemos que dar el máximo estos partidos que quedan. El premio merece mucho la pena, meterte en un playoff de ascenso a Primera es increíble y el ambiente que se vive ahí es único. La afición, después del año bonito que ha vivido, de todos los buenos partidos en La Malata, de los desplazamientos… cerrar el año con un playoff sería algo muy gratificante para todos. Haría ver que este club no se rinde y que le gusta pelear hasta el final.

—Ese sentimiento tuyo, ¿se extiende a todo el vestuario? ¿Vais todos a una?
Tiene que ser así. Estamos en el Racing porque nuestra mejor opción era venir aquí, así que tenemos que intentar darlo todo por este club, por el año que llevamos y por el vestuario tan bueno que hay. Todos estamos viviendo ese sentimiento de pensar que tenemos que intentar acabar lo mejor posible por todo lo que hay a nuestro alrededor, desde la gente del club hasta la afición que la ves emocionada e ilusionada con algo bonito.

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