La tragedia del edificio de Valencia ha sido un duro palo para toda la sociedad, incluido el mundo del deporte y algo que afectó de lleno a O Parrulo Ferrol al suspenderse su partido que tendría que disputarse el pasado sábado en el Pabellón de Paterna ante el Levante UD.
A primera hora del viernes, en la víspera del partido, y una vez se tenía constancia de los primeros datos de fallecidos, la entidad granota se puso en contacto con O Parrulo Ferrol y la RFEF solicitando el aplazamiento, al tener conocimiento que dos de estas personas eran abonadas de la entidad, algo que fue aceptado por los ferrolanos, que estaban ya de camino a la ciudad del Turia y, dado el escaso margen para organizar un viaje relámpago de vuelta a Ferrol, continuaron con desplazamiento tal y como estaba previsto, regresando el sábado a la ciudad.
Previamente, en las primeras horas del incendio, el Levante UD ya diera muestra de su solidaridad donando ropa para todas las personas afectadas por este terrible suceso.
La inestabilidad extradeportiva del UMA Antequera
El rival de este sábado de O Parrulo Ferrol, UMA Antequera, llega en un momento deportivo casi inmejorable, al liderar la clasificación general de la Segunda División y ocupando el puesto de ascenso directo a la máxima categoría, pero, en el lado contrario de la balanza, están en su peor momento histórico a nivel institucional.
A principios de febrero se conocía que la Junta de Andalucía no autorizaba la actualización del registro como entidad de las secciones deportivas del Club Deportivo Universidad de Málaga, tan solo unos meses después de que una de sus secciones, como es el UMA Antequera recibiese el Premio Andalucía de los Deportes 2022 tras conquistar la Copa del Rey, otorgado por la misma administración autonómica.
Debido a este rechazo en la inscripción, el rector de la Universidad de Málaga tomaba una drástica decisión, el no autorizar el paso a las instalaciones de la universidad a todos los deportistas que hacían uso de ellas en sus diferentes modalidades, como es el caso del UMA Antequera, como también cortarles los recursos económicos al ya no ser reconocidos oficialmente como parte de la Universidad de Málaga.
La sección de fútbol sala y sus equipos base, con unos 50 jugadores en su estructura, tienen que estar peregrinando por los pabellones de Málaga y sus alrededores para poder continuar con su actividad, al tan solo poder entrenar un día en el escenario de sus partidos, el Pabellón Fernando Argüelles, en Antequera, en una situación de clara inestabilidad a nivel deportivo.
Esto también ha supuesto un problema en el aspecto económico para la sección, al estar sin cobrar sus integrantes desde el pasado 22 de diciembre, tal y como reconocía el director deportivo Carlos Muñoz en una comparecencia la pasada semana, acompañado de todos los jugadores y el cuerpo técnico, calificando la situación de “desagradable”, aunque no iba a ser una excusa al tener claro que su objetivo era retomar a la máxima categoría del fútbol sala nacional, pero solicitaban “ayuda” para poder continuar con su trabajo, como también poder volver a realizar su día a día en las instalaciones que fueron su casa hasta hace escasas semanas, las de la Universidad de Málaga.