En plena campaña navideña, el ambiente en las grandes superficies gallegas no solo se mide por las ventas. También por el creciente malestar entre las trabajadoras del sector, que denuncian una sobrecarga laboral “inasumible” tras la decisión de la Xunta de permitir la apertura de los comercios durante 55 días seguidos, incluidos todos los domingos de diciembre y los dos primeros de enero.
La medida, amparada en el calendario de apertura comercial autorizado para 2025, ha encendido las alarmas en sindicatos como CCOO Servicios, que habla abiertamente de “abuso” y “ausencia total de conciliación familiar”. Bajo el lema “Nadal Vermello” (Navidades Rojas), varias concentraciones se han sucedido frente a centros como Alcampo en A Coruña y Carrefour en Ourense, donde las trabajadoras exigen que trabajar en festivos no sea una imposición sino una opción voluntaria y remunerada. “Llevan semanas sin un solo día de descanso real. Las empresas aprovechan el calendario para estirar las jornadas sin tener en cuenta nuestras vidas, explica el secretario de Acción Sindical de CCOO Servizos de Galicia, Juan Zas

La protesta no es un hecho aislado. Según una encuesta estatal impulsada por la federación sindical, con casi 25.000 respuestas, más del 75% de las personas trabajadoras del sector reclama que los domingos y festivos sean voluntarios, con retribución extra o, al menos, con compensaciones claras. La realidad, aseguran desde CCOO, es que muchas cadenas imponen la disponibilidad total durante el periodo navideño sin ofrecer alternativas.
En Galicia, donde el comercio sigue siendo uno de los sectores con mayor feminización laboral, la medida de la Xunta ha sido leída como una cesión a los intereses de las grandes cadenas. “Es un modelo copiado de Madrid, pero aquí no se ha valorado el impacto humano”, critica María Arias, responsable gallega del área de comercio del sindicato. “Las pequeñas tiendas no se benefician de esto, y las grandes superficies exprimen hasta el último turno”.
A pesar del clima tenso, desde la administración autonómica no se han emitido declaraciones públicas sobre una posible revisión del calendario. Mientras tanto, las trabajadoras planean nuevas acciones durante las rebajas de enero, manteniendo viva una reivindicación que trasciende el calendario: el derecho a vivir, no solo a vender.

