«El rural gallego tiene potencial, pero necesita modernización y apoyo para atraer emprendedores»

Gabriela González, directora de Sostenibilidad y Comunicación Corporativa de Vegalsa-Eroski, subraya la apuesta de la compañía por los proveedores locales, la importancia de la RSE en el rural y los desafíos de modernización y relevo generacional que afronta el sector
Gabriela González, directora de Sostenibilidad y Comunicación Corporativa de Vegalsa-Eroski
Gabriela González, directora de Sostenibilidad y Comunicación Corporativa de Vegalsa-Eroski

Gabriela González, directora de Sostenibilidad y Comunicación Corporativa de Vegalsa-Eroski, participó esta pasada semana en el encuentro organizado por AJE Galicia en Ferrol sobre el rural y abordó los retos y oportunidades que se abren en este ámbito.

La compañía trabaja con cerca de 900 proveedores, en su mayoría gallegos, lo que refuerza el vínculo con el territorio y apoya la economía de proximidad. González puso en valor también el papel de la RSE en comunidades pequeñas, a través de proyectos con asociaciones locales, y la implicación de los más de 7.700 trabajadores en iniciativas solidarias y medioambientales. Para la responsable de Sostenibilidad y Comunicación Corporativa de Vegalsa-Eroski, el rural vive un momento de oportunidades, aunque enfrenta desafíos como el relevo generacional y la necesidad de modernización para atraer a nuevos emprendedores.

—¿Cómo se equilibra el crecimiento que está teniendo Vegalsa-Eroski con el compromiso con el entorno y la apuesta por el producto local?
—Para nosotros son dos cuestiones que van de la mano. Los productos frescos, de proximidad y de calidad son una de nuestras señas de identidad. Trabajamos con cerca de 900 proveedores locales, de los cuales el 80% son gallegos, y tenemos una relación muy estrecha con ellos. Nuestros clientes siguen apostando por estos productos y nosotros no entendemos nuestro modelo sin los pequeños productores. Es un orgullo para nosotros, ya que trabajar con estos proveedores supone apoyar la economía local, cuidar el medioambiente y potenciar una alimentación saludable basada en productos de proximidad.

—¿Cómo se traduce ese apoyo al rural en decisiones concretas dentro de una gran distribuidora como la vuestra?
—Siempre decimos que nuestras tiendas están en toda Galicia y por eso buscamos llegar a muchas localidades, también desde la responsabilidad social empresarial (RSE). De hecho, hay acciones que se llevan a cabo desde algunos establecimientos en los que trabajan directamente con asociaciones locales.

Para nosotros siempre es un plus trabajar con entidades de nuestra zona. La relación es mucho más estrecha y sabemos que su impacto en el entorno es muy potente, especialmente en aquellos lugares a los que es más complejo que lleguen ciertas ayudas. Cuando nos contactaron desde Amicos, asociación para personas con discapacidad intelectual que desarrolla su actividad en la comarca coruñesa de Barbanza, no dudamos en empezar a trabajar con ellos en buena parte por este motivo. Ver de primera mano el impacto que tienen en las personas de la zona fue una gran motivación para nosotros.

—Con más de 7.700 personas en plantilla, ¿cómo se impulsa internamente una cultura de empresa centrada en la sostenibilidad, la proximidad y el empleo de calidad?
—Como directora que trabaja desde el ámbito de RSE, desde el departamento buscamos hacer partícipes de nuestras iniciativas a todos los equipos. Nos enorgullece ver la implicación de las tiendas en acciones como el programa Céntimos Solidarios, nuestras bolsas solidarias o las campañas de recogidas de alimentos como el Zampakilos Solidario. La aportación de los clientes es la clave de estas acciones basadas en donaciones a entidades, pero también es fundamental todo el trabajo que se hace desde las tiendas.

Además, trabajamos mano a mano con otras asociaciones y patrocinamos acciones en las que siempre animamos a nuestros equipos a participar. Por ejemplo, cada año nos sumamos en la Gran Limpieza de Fondos Marinos del Festival Mar de Mares, una jornada en la que participan personas voluntarias de Vegalsa-Eroski.

—¿Qué papel juegan los pequeños productores y proveedores del rural gallego en la estrategia de Vegalsa-Eroski?
—La relación con nuestros proveedores se centra mucho en lo comercial, pero por supuesto que va más allá. Al final, vendemos sus productos en nuestras tiendas, así que contamos con ellos para cuestiones que van desde nuestra estrategia de sostenibilidad, hasta acciones de comunicación.

Una muestra de ello es nuestro programa de acompañamiento a proveedores. Este proyecto lleva en marcha desde 2023 con el objetivo de acompañar a nuestros productores en la mejora de sus prácticas medioambientales, sociales y de gobierno corporativo. Desde Vegalsa-Eroski somos conscientes de que seremos tan sostenibles como lo sean nuestros proveedores y las exigencias normativas en esta materia suponen un esfuerzo para empresas más pequeñas. Por eso, actualmente trabajamos con más de 170 proveedores dentro de esta iniciativa que busca ayudarles a entender en qué punto están en materia de sostenibilidad y les apoyamos en el proceso para mejorarlo.

Gabriela Gozález, durante el encuentro organizado por AJE Galicia en Ferrol sobre el emprendimiento en el rural

—Ahora lo rural está de moda, incluso se percibe como un valor de marca. ¿Crees que esta tendencia se traduce en oportunidades reales?
—Justo este verano presentamos la campaña ‘Viaxes aquí ao Lado’, en la que cinco de nuestros proveedores locales nos presentan sus historias inspiradoras, todas ellas ubicadas en el rural. Ana (ganadera en Oza-Cesuras), Álex (lácteos Kalekoi), Nuria (huevos camperos Pazo de Vilane), Elías (miel Apia Natura) y José (Lácteos Terra de Melide) nos contaron en primera persona por qué decidieron emprender en el rural y cómo está siendo esa experiencia. Nosotros invertimos en producto local y lo hacemos por su calidad, pero también porque queremos apoyar la economía de nuestro entorno y fomentar un consumo más sostenible. Sus historias son el claro reflejo del potencial de nuestra tierra.

En general, estamos en un momento en el que se valora mucho lo que es de proximidad y esto es algo que celebramos. Los consumidores están cada vez más formados y son más conscientes con lo que compran y consumen. Está claro que el relevo generacional es un desafío, en el cual debe haber mucha cooperación entre las instituciones y la empresa privada. A pesar de ser un reto, vemos como las compañías se están modernizando, adaptándose con nuevas tecnologías y con cambios en las dinámicas corporativas. Nosotros seguiremos trabajando mano a mano con ellos y apoyándoles en lo que necesiten.

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