La patronal alerta del “rechazo sistemático” a nuevos proyectos en Galicia y advierte de un clima adverso para la inversión

La CEG denuncia que proyectos como LuGaZ, orientados a la sostenibilidad y financiados con fondos europeos, se ven frustrados por la oposición vecinal y política
El presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), Juan Manuel Vieites
El presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), Juan Manuel Vieites

La Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) ha expresado su preocupación ante lo que considera un creciente rechazo social e institucional a la implantación de nuevos proyectos industriales y energéticos en la comunidad. Según la organización, “falta un entorno propicio, mecanismos ágiles, seguridad jurídica y un compromiso político y social que esté a la altura de los desafíos globales que enfrentamos”.

En un comunicado difundido este lunes, la patronal gallega lamenta “el rechazo sistemático, promovido desde determinados ámbitos, a la implantación de nuevos proyectos en Galicia”. A su juicio, este clima de oposición está poniendo en riesgo oportunidades de desarrollo y frena el avance hacia modelos productivos más sostenibles y circulares.

La CEG sostiene que “no es coherente reclamar sostenibilidad mientras se impide el desarrollo de proyectos que justamente buscan avanzar en esa dirección”. En la misma línea, advierte que “no es viable hablar de reindustrialización o de transición ecológica si cada iniciativa innovadora que pretende hacer realidad un modelo de economía circular en el rural se convierte en objeto de bloqueo o parálisis”.

El caso LuGaZ, símbolo de una frustración empresarial

El comunicado hace referencia expresa al proyecto LuGaZ, una planta de biogás impulsada por Grupo Lence, Norvento Enerxía, Agroamb Prodalt y Medrar Smart Solutions, que preveía una inversión de más de 9 millones de euros, de los cuales más de 7 millones procedían de fondos europeos.

La instalación, concebida para ubicarse en la provincia de Lugo, buscaba valorizar los residuos orgánicos del sector lácteo y ganadero mediante la producción de biogás, fomentando la economía circular, reduciendo emisiones y generando empleo en el rural. Se trataba, según sus promotores, de una iniciativa alineada con las políticas de transición verde y los objetivos climáticos de la Unión Europea.

Sin embargo, las trabas administrativas y la oposición vecinal y política han llevado al consorcio promotor a renunciar al proyecto. La propia presidenta de Grupo Lence, Carmen Lence, había manifestado días atrás su desánimo ante las dificultades encontradas, señalando que la iniciativa había sido “una oportunidad perdida para el rural gallego” tras meses de tramitaciones y contestación pública.

Vieites: “Una consigna pesa más que un proyecto viable”

El presidente de la CEG, Juan Manuel Vieites, lamenta que incluso proyectos con respaldo empresarial y solvencia técnica enfrenten un rechazo previo basado, en muchos casos, en criterios “más ideológicos que técnicos”.

“LuGaZ suponía una oportunidad real, financiada y alineada con los objetivos climáticos y económicos de Galicia y de Europa. Sin embargo, la frustración ha llevado a sus promotores a dar un paso atrás”, afirma Vieites. “Resulta preocupante que ni siquiera aquellas iniciativas respaldadas por empresas que han demostrado sobradamente su compromiso con el territorio logren convencer a ciertos sectores que parecen haber adoptado una postura sistemática de oposición. De nuevo, parece que un eslogan pesa más que iniciativas diseñadas para responder a los nuevos modelos productivos que exige la legislación europea y la lucha contra el cambio climático”.

Un llamamiento a la sociedad y a las administraciones

La organización empresarial insiste en que su apuesta no pasa por un modelo de desarrollo sin control, sino por una industria responsable, rigurosa y evaluada, que cumpla la normativa ambiental y esté comprometida con el entorno. Reclaman un marco jurídico y político claro, estable y con visión de futuro, que permita atraer inversión y aprovechar los fondos europeos de transformación verde y digital.

“Apelamos al apoyo de la ciudadanía a proyectos que permitan transformar los recursos y capacidades que ya tenemos en empleo, innovación, desarrollo territorial y bienestar para toda la sociedad. Porque el verdadero riesgo está en quedarnos atrás”, señala el comunicado.

Vieites concluye advirtiendo que “la implantación de cualquier proyecto en Galicia se enfrenta a un camino plagado de obstáculos, muchos de ellos más ideológicos que técnicos. Parece que una consigna preconcebida pesa más que un proyecto que cumple una normativa exigente y que supone una oportunidad de desarrollo para Galicia”.

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