El tráfico portuario en Galicia en 2024 ha dibujado un escenario de contrastes. Mientras Vigo y A Coruña han consolidado su liderazgo con el impulso de la automoción, los graneles líquidos y la pesca, Ferrol y Vilagarcía han cerrado el año con cifras preocupantes, arrastrados por la caída de tráficos estratégicos y la falta de diversificación en su actividad.
Ferrol enfrenta un período de incertidumbre tras la desaparición del carbón como principal motor de su tráfico. La crisis en Alcoa y la falta de una conexión ferroviaria efectiva han agravado la situación, limitando sus posibilidades de recuperación a corto plazo. La Autoridad Portuaria confía en que la reactivación industrial y la expansión de las energías renovables permitan remontar la actividad en los próximos años.
Vilagarcía, por su parte, ha visto cómo la caída en los graneles sólidos ha marcado su balance negativo. La necesidad de diversificar su tráfico se hace cada vez más evidente, y la Autoridad Portuaria apuesta por el refuerzo del sector agroalimentario y la mejora de infraestructuras logísticas para captar nuevos negocios.
Las previsiones para 2025 apuntan a un crecimiento moderado en la comunidad. Vigo y A Coruña seguirán consolidando su dominio, mientras que Ferrol espera recuperar tráfico con nuevas inversiones y Vilagarcía buscará ampliar su cartera de clientes.
El puerto de Vigo ha cerrado el año con 5,68 millones de toneladas, un 18% más que en 2023. La automoción ha sido el principal impulsor de este crecimiento, con 657.000 vehículos transportados, consolidándose como el principal puerto español en este sector. Vigo ha ganado terreno en exportaciones hacia Brasil y Argelia, con un crecimiento del 83,9 % en piezas de automoción destinadas a estos mercados.
La terminal de Guixar también ha experimentado una fuerte subida en el tráfico de contenedores (+31,6%), fortaleciendo su posición estratégica en el noroeste peninsular. La Autoridad Portuaria ha reforzado su apuesta por la digitalización y eficiencia logística para adaptarse a este crecimiento.
La pesca ha sido otro de los pilares clave, con más de un millón de toneladas movidas, situando a Vigo como el puerto líder en pesca fresca de Europa. Para gestionar este crecimiento, la Autoridad Portuaria ha apostado por la optimización de espacios y la incorporación de buques híbridos para reducir su impacto ambiental. Se espera que este sector continúe su tendencia al alza, con proyectos de mejora en las infraestructuras de refrigeración y distribución.
El puerto de A Coruña ha registrado 14,7 millones de toneladas, un 5,23% más que en 2023. Su crecimiento se ha debido principalmente al tráfico de graneles líquidos, que han alcanzado un récord de 9,87 millones de toneladas (+22,3%), impulsado por la actividad de Repsol en Punta Langosteira.
No obstante, los graneles sólidos han caído un 19,44%, debido a la desaparición del tráfico de carbón, reflejo de la descarbonización en curso y de los cambios en el mercado energético. En contraste, el puerto ha logrado incrementar su presencia en el tráfico de biocombustibles y productos químicos, con un aumento del 13,2 % y 20,2 % respectivamente.
Otro factor relevante ha sido el auge del tráfico de cruceros, con 168 escalas y más de 406.000 pasajeros en 2024, un récord que ha generado un impacto económico significativo en la ciudad y su área metropolitana. A Coruña se posiciona así como una de las principales puertas de entrada de turismo marítimo en el Atlántico.
El puerto de Ferrol-San Cibrao ha registrado un fuerte retroceso, con una caída del 21%, alcanzando apenas 6,7 millones de toneladas. La crisis de Alcoa, cuya actividad industrial se ha reducido drásticamente, ha impactado especialmente en la dársena de San Cibrao, donde el movimiento de mercancías ha pasado de 5,7 millones de toneladas en años anteriores a solo 3,1 millones en 2024.
Los graneles líquidos han descendido un 37%, mientras que la mercancía general se ha desplomado un 32%. Además, la terminal de contenedores de Ferrol, gestionada por Yilport, atraviesa una crisis financiera con un déficit de 15 millones de euros, lo que genera incertidumbre sobre su futuro. La falta de una conexión ferroviaria eficaz sigue siendo un obstáculo clave para su competitividad.
Ferrol-San Cibrao trabaja en una estrategia que permita culminar el proceso de descarbonización, que supuso la desaparición de su principal tráfico, el carbón, unido al descenso de la actividad en Alcoa. Sin embargo, la Autoridad Portuaria prevé un cambio de tendencia: para 2025, se espera que el tráfico total alcance los 9 millones de toneladas, y para 2026, la previsión es de 12,2 millones de toneladas. Este incremento se basaría en una recuperación parcial de los graneles líquidos y en nuevas oportunidades de negocio en energías renovables y tráfico de biomasa.
El puerto de Vilagarcía ha cerrado 2024 con 1,29 millones de toneladas, lo que supone un descenso del 6,8%. Su mayor problema ha sido la caída en los graneles sólidos (-21,8%), que han afectado de manera significativa su balance global. Aunque la mercancía general ha mostrado estabilidad, su volumen no ha sido suficiente para compensar las pérdidas en los graneles.
La falta de diversificación en su actividad ha sido un obstáculo clave, lo que ha llevado a la Autoridad Portuaria a explorar nuevas líneas de negocio. Se prevé que para los próximos años se refuercen los esfuerzos en el sector agroalimentario y en la optimización de infraestructuras logísticas que permitan captar nuevos tráficos.