Un proyecto en Galicia y Asturias demuestra que la gestión compartida del monte reduce el riesgo de incendios

La iniciativa, impulsada por la Fundación Juana de Vega junto a entidades técnicas y sociales, ha trabajado durante dos años con comunidades de montes, científicos y administraciones
Representantes de las entidades impulsoras y participantes durante el acto de cierre, en el que se expusieron los principales resultados del proyecto y las líneas de continuidad.
Representantes de las entidades impulsoras y participantes durante el acto de cierre, en el que se expusieron los principales resultados del proyecto y las líneas de continuidad.

El proyecto Comunidades Activas y Paisajes Resilientes a Incendios Forestales y Cambio Climático (CAPRIF-CC) celebró esta mañana en la Cidade da Cultura de Santiago de Compostela su jornada final, en la que se presentó el balance de dos años de trabajo conjunto en cinco territorios de Galicia y Asturias. A lo largo de este periodo, el proyecto ha demostrado que la gestión comunitaria del monte es un elemento clave para construir paisajes más resilientes frente al cambio climático y los incendios forestales.

Ante cerca de medio centenar de asistentes, CAPRIF-CC dio a conocer los resultados del trabajo desarrollado desde comienzos de 2024, en el que han participado entidades sociales, comunidad científica, propietarios forestales, empresas locales y administraciones públicas. El objetivo común ha sido avanzar hacia una gestión multifuncional del monte que refuerce la resiliencia frente a los incendios forestales y el cambio climático, al tiempo que se generan oportunidades para el desarrollo rural.

En la apertura de la jornada participaron, además de representantes de las entidades promotoras y de los colectivos implicados en el proyecto, la directora de la Fundación Centro de Estudos Eurorrexionais Galicia-Norte de Portugal (FCEER), Inés Gusman; el director de la Fundación Juana de Vega, José Manuel Andrade; la coordinadora del Área de Bioeconomía de la Fundación Biodiversidad, Gemma Rodríguez Cáceres; y el director xeral de Planificación y Ordenación Forestal de la Xunta de Galicia, José Luis Chan.

El proyecto CAPRIF-CC está impulsado por la Fundación Juana de Vega, junto con la Fundación Centro de Estudos Eurorrexionais Galicia-Norte de Portugal (CEER), la Fundación Centro Tecnológico y Forestal de la Madera (CETEMAS), la Fundación Montescola y la Asociación Galega de Custodia do Territorio (AGCT). Cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea a través de los fondos NextGenerationEU.

Durante los dos años de ejecución, CAPRIF-CC ha desarrollado su trabajo en cinco Living Labs situados en Galicia y Asturias: Barbanza-Ulla-Sar, Ancares-Courel, Macizo Central, Cangas de Narcea-Negueira de Muñiz y Valdés-Tineo.

Participación comunitaria y nueva gobernanza del monte

Uno de los principales resultados del proyecto ha sido constatar que la participación comunitaria es fundamental para avanzar hacia una nueva gobernanza del monte. A través de los Living Labs, CAPRIF-CC ha implicado a 180 personas, que han realizado más de 200 propuestas, en el diseño de una hoja de ruta compartida para construir un “monte del futuro”, más diverso, mejor gestionado y preparado para afrontar grandes incendios forestales.

En este proceso, el proyecto ha promovido la creación de una Red de Áreas Conservadas por Comunidades Locales, que ya integra a más de 90 comunidades de montes. Asimismo, se ha elaborado un Atlas de Áreas Conservadas por Comunidades Locales, concebido como un repositorio abierto que recoge una treintena de experiencias inspiradoras de gestión forestal sostenible y que contribuye a reforzar el aprendizaje colectivo entre territorios.

Del diagnóstico a la acción en el territorio

A lo largo de los dos años de trabajo, CAPRIF-CC ha combinado la participación social con el conocimiento técnico y científico. Entre los principales resultados destaca la elaboración de cartografía detallada y de visores territoriales, apoyados en vuelos de dron y en análisis espacial. Estas herramientas resultan esenciales para planificar actuaciones estratégicas de prevención de incendios, conservación de la biodiversidad y mejora del interfaz urbano-forestal.

Asistentes a la jornada final del proyecto, celebrada en la Cidade da Cultura, durante la presentación del balance tras dos años de trabajo colaborativo sobre gestión del monte.

Este trabajo técnico se ha traducido en actuaciones piloto concretas sobre el terreno, como la mejora de pastos vinculada a la ganadería extensiva, la restauración de caminos tradicionales, la eliminación de especies invasoras, la creación de cortafuegos verdes o la restauración de hábitats de interés. En territorios como Ancares-Courel, estas acciones se han acompañado de la creación de dos juntas gestoras en los montes de varas de Paderne y Piornedo.

Economía verde y valorización de los servicios del ecosistema

El proyecto también ha puesto el foco en reforzar la relación entre la gestión forestal y la economía verde. En este ámbito, CAPRIF-CC ha apoyado a ocho personas emprendedoras —seis de ellas mujeres— en iniciativas vinculadas a la ganadería extensiva, la apicultura, los frutales tradicionales o el aprovechamiento de plantas aromáticas. Estas experiencias han permitido demostrar que la gestión del territorio puede contribuir a fijar población y a generar empleo en el medio rural.

Además, el proyecto ha explorado nuevas vías de financiación a través de la certificación FSC de servicios del ecosistema, centrada en biodiversidad y carbono, aplicada a 13 de los montes participantes. También se han establecido acuerdos de patrocinio y mecenazgo con empresas, con el objetivo de garantizar la conservación de espacios de alto valor natural y de sentar precedentes innovadores que puedan ser replicados en otros territorios.

Un legado con continuidad

Desde la Fundación Juana de Vega se subraya que CAPRIF-CC no concluye con el cierre formal del proyecto. Los resultados obtenidos y el fortalecimiento de las alianzas con los cinco territorios implicados permitirán dar continuidad a varias de las iniciativas iniciadas, consolidando modelos de gestión multifuncional del monte que pueden ser replicados en otros lugares con problemáticas similares.

Durante la jornada de cierre, los impulsores del proyecto insistieron en que CAPRIF-CC ha demostrado que la combinación del conocimiento técnico y científico con la sabiduría local y el compromiso de las comunidades permite transformar el monte en una oportunidad. Un monte vivo, gestionado de forma colectiva, capaz de hacer frente al cambio climático y de contribuir a la construcción de futuro en el medio rural.

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