Fomentar la igualdad de oportunidades en el acceso a la formación universitaria. Ese es el objetivo del nuevo programa de becas de grado de la Fundación La Caixa, que ha repartido 50 becas en esta primera edición. Tres de ellas han ido para jóvenes gallegas, dos de la provincia de A Coruña y una de la provincia de Lugo. La primera edición de unas becas que desgraciadamente, cada año se vuelven más necesarias.
Y es que la inversión de la Xunta en becas y ayudas a los estudiantes fue en el curso 2019-2020 de 15.4 millones de euros, un 57% menos que hace 12 años, antes que Feijóo llegara al gobierno. Un número que contrarresta con la cifra actual de unidades educativas concertadas, la más alta de la historia y casi 20 veces mayor que la de las becas.
Para Ainhoa Baldonedo, la beca es “para empezar, un chute de autoestima”. Esta estudiante de 18 años procedente de Ribadeo reconoce que cuando se enteró de que era una de las seleccionadas le costó creerlo. “Siempre tienes un poquito de esperanza, pero sabíamos que las posibilidades eran muy bajas”. Por eso, cuando le llegó la noticia, tanto ella como su familia se mostraron eufóricos. “Me pilló en Madrid para descansar unos días tras selectividad, y cuando leí la noticia con mi madre, nos volvimos locas”, cuenta emocionada.
Un gran esfuerzo intelectual y emocional
Y es que el camino para llegar hasta aquí no ha sido fácil. “En diciembre del año pasado se estuvo barajando que yo dejase bachiller por mi salud mental. Que ahora me den este reconocimiento y ayuda es un empujón muy grande”, explica la joven lucense. Una contribución que ha sido una ayuda para que ahora mismo pueda estar estudiando derecho y criminología en Salamanca, su sueño desde pequeña. Con emoción en la voz, asegura “Yo siempre he querido ser jueza, y es la idea que sigo teniendo. Además, criminología me da una formación integral que completa muy bien mis estudios de derecho”.
Pero para ella, la beca es una gran oportunidad no solo por la cuantía económica. “Tenemos la posibilidad de acceder a un curso de inglés con la academia de lenguas modernas de la Universidad de Barcelona hasta sacarnos un C2. Los que ya lo tienen, o si lo sacamos antes de acabar la carrera, podemos escoger otro idioma”, explica Ainhoa.
Entre las demás ventajas que les ofrece el programa está un proyecto de “mentores”, en los que les conectan con jóvenes adultos de su rama de estudio, para que les acompañen durante su carrera y les den consejo. También nos cuenta que a partir del segundo año van a tener un programa de actividades y conocimientos transversales: cursos de liderazgo, como enfrentarse a una entrevista de trabajo o gestión del tiempo.
“Al final también es un prestigio estar en esta red de becarios de La Caixa”, explica la joven que declara que no pudieron hacer una ceremonia de entrega de becas por la pandemia, pero sí hicieron una reunión de zoom para conocerse y tienen un grupo de whatsapp. “Nos ayudamos los unos a los otros con gestiones como la matrícula de los cursos de idiomas o incluso dudas o trabajos de nuestra carrera, y a fin de cuentas eso también es muy bonito de ver”.