Uno de los grandes casos de éxito del Coworking de A Capela es ‘The Drone MBA’, una empresa para la formación de pilotos de drones que puso en marcha el emprendedor Jaime Berredo Reboredo, vecino de As Pontes. Este economista cuenta a Enfoques que la idea nació en mayo de 2020. Quería crear un programa formativo para pilotos de drones, basado en la experiencia de empresarios de éxito del sector. «Queríamos ser una escuela de pilotos, pero no una escuela al uso», explica Berredo. Pretendía aportar un valor añadido, que la formación la desarrollaran los mayores expertos de empresas españolas y de multinacionales.
El negocio comenzó a andar en plena pandemia, gracias a las videollamadas. Cuando ya tenían preparados los programas formativos, en octubre del 2021, Jaime conoció el Coworking de A Capela. «Lo vi como una opción muy buena a tener en cuenta para instalar el proyecto por sus beneficios, desde el asesoramiento hasta el hecho de compartir experiencias con otros empresarios«, señala.
«Es posible llegar a todo el mundo desde A Capela, gracias a la tecnología online. Nosotros tenemos clientes de Colombia», ejemplifica Berredo, que hizo uso del Coworking para crear sinergias y hacer formaciones grupales e individuales. Otros colaboradores de su proyecto están en distintos puntos de España, ya que el 99% de su modo de trabajo es online.
«En el Coworking confluyes con muchos proyectos diferentes. Una persona te da un consejo; lo otro pregunta; tomamos café juntos; compartimos las sesión grupales, entre otras cosas. Aprendemos posibles técnicas de venta, líneas de mejora en productividad y eficiencia. Asesorar y compartir ayuda mucho», asegura Jaime.
Éxito del 100 %
‘The Drone MBA’ creció considerablemente desde este espacio compartido de A Capela y ahora cuenta con distintas oficinas y busca unas nuevas instalaciones. En tan sólo un año de vida, la entidad alcanzó los objetivos principales: ofrecer a sus alumnos a oportunidad de obtener licencia de la AESA de pilotaje, así como contratar a la primera trabajadora, con función comerciales.
Su propósito inicial pasaba por «crear un producto viable». «Tenemos clientes y alumnos que compraron programas. La siguiente fase era la de conocer la opinión de la gente y el éxito fue del 100%. Los estudiantes recomiendan la formación a otros», explica. Los usuarios son de diferentes lugares de España y también del extranjero, de países de habla hispana, pues por el momento los programas están disponibles en castellano.
«El siguiente objetivo es crecer», añade Berredo, quien desvela que ya tienen el interés de inversores. En este trimestre esperan tener unos 200 alumnos. La previsión sobre este proyecto es muy optimista. El empeño, la constancia y la pasión de Berredo fueron clave para su éxito y son la base de un futuro prometedor. La aplicación de la tecnología de los drones a todos los sectores de actividad del comprado es algo que va en aumento y es seguro que surgirán multitud de negocios que mejoren la productividad de empresas, muchas del sector primario.