Este jueves As Pontes fue testigo de una movilización masiva, con más de 2.000 ponteses que salieron a la calle para participar en una manifestación que se inició al mediodía desde la Plaza del Carme. Este evento fue el clímax de una huelga general parcial, convocada por la Confederación Intersindical Galega (CIG), con el objetivo de exigir una transición justa hacia la reindustrialización y la garantía de empleo para la localidad.
La huelga, que se extendió entre las 11:00 y las 15:00 horas, contó con una participación masiva, afectando todos los sectores económicos y administrativos de As Pontes. El comercio y la hostelería fueron particularmente impactados, cerrando prácticamente en su totalidad en un acto de solidaridad con las demandas de la manifestación.
Desde las 5:30 de la mañana, piquetes informativos se distribuyeron estratégicamente en los polígonos industriales de Panapurreira y Os Airíos, así como en la central térmica.Más tarde, se trasladaron al centro de la localidad, extendiendo el llamado a la participación en sectores como los servicios, las escuelas y las oficinas públicas. El secretario general de la CIG, Paulo Carril, hizo una declaración potente al inicio de la manifestación, señalando a As Pontes como «la zona cero» de la crisis industrial en Galicia. Carril denunció lo que considera una reconversión disfrazada de transición, que ha dejado un rastro de destrucción no solo en la producción energética sino también en empresas que fueron pilares de los planes de reindustrialización anteriores.
La crisis no solo se evidencia en las grandes industrias, sino que se siente en la vida cotidiana de los ponteses. Alberte Amado, portavoz de la CIG en As Pontes, subrayó la grave situación que enfrenta la localidad desde el anuncio del cierre de la central térmica en 2019. En este período, la comunidad ha visto una sucesión de despidos y la falta de nuevos proyectos industriales. Amado hizo hincapié en la necesidad de un plan de choque que brinde alternativas laborales y económicas a corto plazo, así como la creación de zonas industriales en el municipio.
La CIG también aboga por la paralización de todos los ERE presentados y la reasignación de los 1400 MW de evacuación de la central térmica para nuevos proyectos industriales, enfatizando la importancia de esta capacidad de evacuación como un valor añadido.