Este viernes se cumplen cinco años del asesinato de Ignacio Echeverría, el «héroe del monopatín» que murió cuando volvía a casa tras patinar con dos amigos al tratar de ayudar a las víctimas de un ataque yihadista en el Puente de Londres el 3 de junio de 2017.
Echevarría, natural de Ferrol, vivió durante sus primeros once años de vida en As Pontes. Trabajaba como analista especializado en Londres en el año 2017 y en el momento de los ataques volvía a casa después de practicar su afición favorita, montar en patinete, en un parque cercano.
Al pasar junto al Borough Market con otros dos amigos vieron el revuelo y fueron testigos del apuñalamiento de un policía y de una mujer. Ignacio golpeó con el patín a uno de los atacantes para evitar que siguiera agrediendo a la mujer con un cuchillo de cocina, y fue entonces cuando recibió una puñalada.
El español, uno de los ocho muertos en la tragedia, fue apodado por la prensa internacional como «el héroe del monopatín». Precisamente cuando se cumple un lustro de la tragedia, el diario El Mundo ha avanzado que la familia de Echeverría está trabajando con la Iglesia para canonizarlo.
En un principio, la idea partió del obispo auxiliar de Madrid, Juan Antonio Martínez Camino, y los familiares del fallecido –que era creyente y practicante– están dispuestos a iniciar los trámites para hacer que la canonización sea posible.