«Avances tecnológicos» podrían cerrar el misterioso crimen de Elisa Abruñedo

Agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil trabajan estos días en la zona en la que apareció el cuerpo de esta vecina de Cabanas hace casi 9 años
Archivo - Agentes de la UCO
Archivo - Agentes de la UCO

Agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil realizan estos días diversas pesquisas e investigaciones en la zona de Lanvandeira, en el municipio de Cabanas, en el lugar en el que apareció hace casi nueve años el cuerpo sin vida de Elisa Abruñedo. El cadáver de esta vecina de la zona fue localizado a tan solo 200 metros de su vivienda tras varias horas en paradero desconocido. El cuerpo presentaba diversas puñaladas y las pruebas realizadas posteriormente revelaron que había sido violada.

Fuentes de la Guardia Civil han confirmado que agentes de la Benemérita procedentes de Madrid han trabajado durante las últimas jornadas en la zona para tratar de esclarecer un crimen cometido hace casi una década. «La Guardia Civil siempre ha mantenido que este caso estaba abierto y que continuaban con las investigaciones», afirman las mismas fuentes. El motivo de haber retomado ahora la investigación es que «debido a avances tecnológicos» que se están aplicando en este caso, se podría avanzar de forma definitiva a la resolución del crimen.

Elisa Abruñeda tenía 46 años, estaba casada y era madre de dos hijos. En su cuerpo fueron localizadas varias muestras de ADN que se relacionan con el responsable de su violación y asesinato, pero que no ha podido ser localizado por no tener las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado una muestra biológica del mismo.

 

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