El Ayuntamiento de Cabanas, a través del área de Medio Ambiente, junto con la compañía telefónica Orange, lanzan una campaña de reciclaje de móviles usados que tiene un doble fin social: la conservación del medio ambiente y la lucha contra la drogodependencia y las adicciones que lleva a cabo a Asociación Ferrolana de Drogodependencia ASFEDRO.
La campaña, con la que se quiere animar e involucrar a los vecinos de la localidad, estará activa hasta el 15 de enero, y tiene como reto recoger cuando menos 300 móviles. Los terminales, así como los accesorios electrónicos como cargadores, auriculares o baterías, se podrán depositar en los colectores habilitados, situados en la Casa del Ayuntamiento, en el CEIP Eladia Mariño y en el IES Fraga do Eume. Por cada móvil, se donará un euro a la causa social que lleva a cabo ASFEDRO.
Iago Varela, teniente de alcalde y concejal de Medio Ambiente e Innovación, puso en valor “la apuesta decidida del Ayuntamiento de Cabanas por la realización de campañas de sensibilización que contribuyan a la minimización de los impactos de los residuos que generamos en el municipio y especialmente los residuos que, como estos, son especialmente problemáticos por la cantidad de componentes tóxicos que contienen y su creciente volumen de generación.”
Varela señaló que esta iniciativa, que se enmarca dentro de la estrategia Cabanas Sostible, “es especialmente valiosa ya que no solo sirve para el cuidado del medio ambiente, sino que también nos permite ayudar a concienciar y prevenir las drogodependencias y las adicciones a las apuestas y al juego en línea, colaborando con ASFEDRO”.
Teléfonos móviles y reciclaje
Los terminales móviles son el aparato electrónico más abundante. Hasta ahora se fabricaron más de 8.000 millones de dispositivos – lo que equivale a 20 veces el perímetro de la tierra – y se calcula que la cifra podría ascender con el paso de los años. Sin embargo, actualmente solo se recoge uno de cada 20 móviles.
Esta campaña ofrece la posibilidad de mejorar el medio ambiente recogiendo los móviles que ya no se emplean a través de dos vías: por un lado, la ampliación de la vida útil de los móviles mediante su reutilización se traduce en una reducción de las necesidades de energía y materias primas necesarias para la fabricación de nuevos teléfonos. Y por otro, los móviles usados «son como minas urbanas”, pues contienen valiosos minerales (oro, plata) cuyas reservas están disminuyendo drásticamente y que podemos recuperar con su reciclaje, al igual que las sustancia peligrosas que contienen.
Se estima que se se reciclaran 2.000 millones de móviles al año en todo el mundo podrían reutilizarse 60.000 millones de toneladas de recursos escasos presentes en estos terminales, con un positivo impacto tanto para el entorno como para la creación de empleo.