Monfero extiende la ampliación de Semana Santa de los horarios del monasterio y portal de entrada ás Fragas

El monasterio de Monfero podrá visitarse desde el 1 de mayo hasta el 22 de octubre en horario de 11:00 a 14:00 y de 16:00 a 20:00 de miércoles a domingo

El monasterio de Monfero y el Portal de Entrada e Interpretación das Fragas do Eume, dos puntos emblemáticos del municipio, amplían sus horarios para mejorar el servicio que prestan a los visitantes.

Con la finalidad de impulsar ambos por los de atracción turística, el ayuntamiento decidió ofrecer un servicio más amplio, como lo hizo en esta Semana Santa. Así, las personas interesadas en visitar el monasterio de Monfero podrán hacerlo en horario de 11:00 a 14:00 y de 16:00 a 20:00. El Monasterio abrirá desde el 1 de mayo hasta el 22 de octubre, de miércoles a domingo. 

Asimismo, quien desee acudir al Portal de Entrada e Interpretación das Fragas do Eume lo encontrarán abierto desde el 1 de mayo hasta el 30 de septiembre, de miércoles a domingo, en horario de 10:30 a 14:00 y por las tardes de 14:30 a 18:00.

El gobierno local de Monfero busca facilitar el acceso de los visitantes a estos dos puntos de interés e impulsar así el turismo de la zona, lo que repercutirá de forma positiva en la economía del municipio.

El Parque Natural Fragas do Eume con más de 9.000 hectáreas, abarca los ayuntamientos de A Capela, Cabanas, Monfero y Pontedeume. Catalogado como parque nacional desde 1997, este espacio está considerado oómo uno de los bosques atlánticos mejor conservados de Europa. Alberga numerosas especies de árboles, más de 20 de helechos, 200 de líquenes y una variadísima fauna. Una de sus puertas de entrada se encuentra en el municipio de Monfero, menos conocida que la de Pontedeume para buena parte del público. De ahí que el ayuntamiento quiere impulsar las visitas a los Bosques en su zona, una alternativa atractiva para quien quiere disfrutar del parque natural.

El monasterio es una de las puertas de entrada a la reserva natural. Fundado en el siglo XII y encomendado a la orden cisterciense, tuvo su esplendor entre los siglos XVI y XVII, comenzando su decadencia en el XIX. Ya en el siglo XX se sometió a distintas campañas de restauración pero sigue pendiente una rehabilitación integral del complejo monacal.

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