Los trabajadores y trabajadoras de Leche Celta acordaron intensificar las medidas de presión en demanda de un convenio colectivo digno y a partir del 31 de enero iniciarán una huelga parcial indefinida. Estos parones, que se harán de lunes a domingo y afectarán a más de 170 empleados y empleadas, tendrán una duración de nueve horas al día y se realizarán en cada uno de los turnos laborales: de las 3:00 a las 6:00 horas, de las 11:00 a las 14 h y de las 19 a las 22 horas.
Así lo decidieron los trabajadores y trabajadoras en la asamblea celebrada ayer, miércoles día 19, coincidiendo con la quinta jornada de huelga parcial en la fábrica de Pontedeume, que volvió a registrar un seguimiento absoluto.
De esta manera, además de los cuatro días de huelga que ya estaban convocados para la próxima semana -del lunes 24 al jueves 27 de enero-, el personal irá a huelga indefinida a partir del 31 de enero en respuesta a la postura inmobilista de la dirección que, pese al éxito de las movilizaciones, “nin está a dar a cara, nin mudou a súa proposta e nin sequera convocou o comité para retomar as negociacións”.
Junto a esto, para la próxima semana también se organizará una serie de actos reivindicativo-culturales que, bajo el lema “Cultura solidaria por un convenio digno en Leite Celta”, incluirán actuaciones musicales y teatrales sorpresa, a desarrollar en la explanada de acceso a las instalaciones durante las horas de los paros laborales -de las 12 a las 16 horas-.
La dirección, desaparecida
Tras dos semanas de movilizaciones, el comité denuncia la desaparición de la dirección da fábrica que está ausente del centro en las horas de la huelga y no mantuvo ningún contacto con la representación social; así como, los intentos de minimizar el impacto de los parones desviando leche a la planta de Cantabria para su envasado.
Ante estas prácticas, la presidenta del comité, María Xosé Vizoso, destaca la determinación del conjunto de los trabajadores y de las trabajadoras a enfrentar los recortes que pretende introducir la empresa y pelear para conseguir un convenio colectivo digno, con auténticas mejoras salariales y sociales.
Advierte que Leche Celta quiere imponer un sistema retributivo arbitrario, en el que los incrementos salariales están ligados a conceptos como productividad o absentismo. Este sistema, explica Vizoso, “suporía penalizar salarialmente as persoas que enfermen ou que gocen de licencias retribuídas e, ao tempo, condicionar o incremento económico a uns parámetros nos que as traballadores e as traballadoras non poden incidir, como son os defectos na produción, xa que isto é responsabilidade dos mandos, non do persoal”.
Al contrario, la parte social reclama un incremento salarial porcentual para todas las categorías, equivalente al menos al IPC real y manteniendo el diferencial retributivo con el convenio estatal que se fue conquistando a lo largo de estos años, de manera que se garantice el poder adquisitivo de los sueldos. Junto a esto, una serie de mejoras de carácter social en las licencias, permisos…
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