Una nueva edición de “Noviembre fotográfico” llega a Pontedeume con la exposición de la naronesa Carolina Martínez

“Traza” es un trabajo autobiográfico de Carolina Martínez que a través de vivencias personales habla del territorio y del paisaje
Carolina Martínez comenzó a fotografiar su entorno a los 13 años y desde entonces se formó en este sector en el que acumula numerosos premios
Carolina Martínez comenzó a fotografiar su entorno a los 13 años y desde entonces se formó en este sector en el que acumula numerosos premios

Una nueva edición de la exposición “Noviembre fotográfico” llega a Pontedeume, esta vez el trabajo “Traza”, de la fotógrafa naronesa Carolina Martínez. «Esta exposición busca recoger la relación con el entorno a través de los paseos que la fotógrafa realizaba con su abuelo», explica Ángela Piñeiro, concejala de Cultura. La muestra fotográfica podrá visitarse desde este viernes, 12 de noviembre, al domingo 28 en la Casa de la Cultura de Pontedeume, de 18:00 a 20:00 horas, excepto el día de la inauguración, que comenzará a las 19:30.

Con esta nueva edición de “Noviembre Fotográfico”, el Ayuntamiento de Pontedeume busca fomentar la trayectoria artística de los fotógrafos así como acercar a la ciudadanía una nueva opción cultural. Carolina Martínez comenzó a fotografiar su entorno a los 13 años y desde entonces se formó en este sector en el que acumula numerosos premios, exposiciones y publicaciones. Además, en su trayectoria profesional se incluyen varios comisariados de exposiciones y diferentes proyectos impulsados por ella misma.

“Traza” es un trabajo autobiográfico de Carolina Martínez que a través de vivencias personales habla del territorio y del paisaje. Este trabajo habla de la relación de la autora con el territorio y la naturaleza a través de los paseos que realizaba con su abuelo en las cercanías de su casa. En estos paseos reconoce el territorio inmediato como la patria emocional y como el lugar en el que nuestra identidad cobra fuerza.

Este trabajo busca ser una oda a los territorios inmediatos y a la comunión con la naturaleza. “Traza” hace referencia a las huellas y vestigios pero también, traza es el acto de trazar, «lo que traza». Tras este juego de significados, se encuentra la rutina del paseo diario que la autora y su abuelo realizaban en el que cada día, trazaban una ruta que hoy es vestigio y huella.

Esta traza solo se consigue caminando, por lo que este trabajo habla también de caminar como una forma de posicionamiento vital y como una forma de resistencia. Caminar es un acto íntimo y lento a través del cual cobra sentido este acto de reconocimiento del territorio.

 

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