Finalizan las obras de restauración en el monasterio de Santa Catalina de Ares

Los trabajos han permitido arreglar gran parte de la cubierta, además de sanear los muros exteriores de la cocina y arreglar algunos elementos de carpintería

Nuevo estado del techo en la zona de la cocina

Las que se estaban acometiendo en la cocina del Mosteiro de Santa Catalina, en Ares, han finalizado tras seis meses de trabajos. Se trata de una intervención que permitió arreglar íntegramente el tejado, poniendo solución así a las filtraciones de agua existentes y permitiendo que la cubierta regrese a su estado original.  Los trabajos que vienen de finalizar también suponen una clara mejora en términos de estabilidad y dignificación del patrimonio arquitectónico del monasterio, dejando atrás las condiciones precarias en las que se mantenía la infraestructura, que incluía partes oxidadas, goteras o desprendimientos importantes.

A mayores del arreglo en la cubierta de las cocinas, que mantiene la tipología a dos aguas sobre los muros existentes, se restauró la campana de la chimenea de la sala principal; se llevó a cabo el saneamiento de la parte exterior del muro mediante un drenaje que recoge las aguas; se repararon ventanas, puertas y faltas en la fachada del inmueble y se eliminó el muro que dividía la sala principal en dos.

Varios elementos originales al descubierto

La rehabilitación que se desarrolló durante estos meses no solo implicó acometer una mejora fundamental para el cenobio aresano, sino que también conllevó la aparición de varios elementos de interés histórico dentro del Mosteiro: específicamente, unas letrinas originales y un horno a un lado de la campana. Además, con el levantamiento del pavimento de hormigón, también se localizó la antigua canalización de agua procedente de los aljibes, en la parte superior.

La aparición de estos elementos anteriormente nombrados significó un aumento de la inversión de la obra, inicialmente presupuestada en 131.000 euros asumidos entre el Ayuntamiento y la Diputación de A Coruña, pero que posteriormente incrementó en unos 35.000 euros con cargo a los fondos municipales.

Recuperación de un horno a un lado de la campana

Finalmente, también se recuperó parte del pavimento original en la zona de la campana y parte del comedor, que incluye ahora una meseta elevada y una cuesta para la mejora de la accesibilidad en el espacio. En el resto del suelo, se instaló hormigón pulido.

Olimpia Marcos, concejala de Urbanismo, aprovechó el final de la obra para hacer hincapié en que “esta intervención se suma a los esfuerzos y obras llevadas a cabo por el Ayuntamiento con el mismo objetivo de rehabilitación, como es el caso del actual Cabildo de Montefaro, la reparación de una de las fachadas del monasterio o las constantes renovaciones de ventanas por medio de los talleres de empleo”.

La edil contextualizó la intervención como una “continuación de la línea de trabajo que se está ejecutando en el área, toda ella centrada en el cuidado de nuestro patrimonio histórico y cultural, en consonancia con el Plan Especial de Protección de Montefaro y Punta Coitelada” del Concello de Ares.

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