Nuevas imágenes del río Mera alertan a los vecinos de las negligencias ambientales que sufre la zona

La entidad ecologista Adega lleva años señalando a las instalaciones de tratamiento de residuos en los polígonos de Somozas como responsables del impacto negativo en el medio ambiente

Así luce el río Mera a 21 de diciembre de 2023

La comunidad de Ortigueira y las zonas que discurren por el cauce del río Mera denuncian una crisis ambiental sostenida sostenida en este cauce fluvial que, históricamente, ha sido un símbolo de vida y ahora se ahoga en la negligencia y la contaminación. Los testimonios de los residentes y los informes técnicos revelan un patrón de descuido y daño ambiental que se extiende por años. La entidad ecologista Adega lleva años señalando a las instalaciones de tratamiento de residuos en los polígonos de Somozas  como responsables del impacto negativo en el medio ambiente. Las denuncias incluían emisiones de olores desagradables, vertidos continuos de lixiviados tóxicos y la generación de incendios esporádicos. Estas prácticas inadecuadas han desembocado en sanciones leves por parte de Augas de Galicia, pero no han sido suficientes para detener los vertidos perjudiciales.

En junio de 2022, vecinos de Meradenunciado repetidamente la presencia de truchas muertas y una capa de espuma blanca en el río, síntomas evidentes de una contaminación de origen desconocido. La situación se agravó con los malos olores, atribuidos a vertidos incontrolados del alcantarillado, ya que la planta depuradora local no funciona adecuadamente. Recienemente, el pasado mes de octubre, se detectó una nueva emergencia tras un incendio en una planta industrial en As Somozas. Augas de Galicia confirmó vertidos en el río Grande de Xuvia y el riachuelo Ramisqueira, con evidencia de truchas muertas y agua turbia.

Este patrón de negligencia ambiental sugiere una falta de acción efectiva por parte de las autoridades locales y regionales. Las multas impuestas parecen ser insuficientes para incentivar a las empresas a adoptar prácticas más sostenibles. Mientras tanto, la Xunta de Galicia, conocedora de estas prácticas, parece hacer caso omiso de la gravedad de la situación. El río Mera y sus afluentes, antes prístinos, hoy son un triste reflejo del abandono y la contaminación industrial. Esta situación no solo pone en riesgo el ecosistema local, sino también la salud y el bienestar de las comunidades que dependen de estos recursos naturales. La voz de los residentes, cansados de la inacción, clama por medidas urgentes y efectivas para restaurar la salud del río y prevenir futuros desastres ecológicos.

 

Otra de las imágenes captadas este mes de diciembre

 

 

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