El equipo de Axa Arqueología acaba de finalizar una nueva campaña de excavación en el Castro Sarridal, que ha dejado interesantes hallazgos. En concreto, el descubrimiento de varios elementos de una forja castrexa de la época galaico-romana: parte de los muros, la fragua, una base de piedra que haría las veces de yunque y las piletas en las que estaría el agua para enfriar las piezas.
Emilio Ramil, el director de los trabajos arqueológicos —financiados por la Dirección General de Patrimonio—, confirmó que en muchos yacimientos gallegos aparecieron restos que confirmaron este tipo de actividad industrial, pero que esta es la primera ocasión en que se pueden presentar estas estructuras.
La zona de la forja está situada entre la muralla perimetral del castro y el acantilado, fuera del recinto residencial. En la excavación aparecieron restos de opus signinum, un pavimento romano, así como piezas de teja que indican la existencia de una cubierta a dos aguas en esta área de trabajo.
Este pavimento está sobre otra capa de empedrado propiamente castrexa en la que aparecen vestigios de fosas que ya eran empleadas para recoger el agua, así como escorias que confirman que también antes esta parte del asentamiento era utilizada para forjar herramientas de hierro antes de la llegada de los romanos. Entre los hallazgos están también piedras anfibolitas que son altamente refractarias y que se emplearían para exponer al fuego.
Esta nueva campaña de excavaciones confirmó una vez más la importancia del yacimiento del Castro Sarridal: desde el año 2017, en que comenzaron los trabajos, se han sucedido las campañas financiadas por el Concello de Cedeira y la Dirección Xeral de Patrimonio. Se ha confirmado a través de los sucesivos hallazgos que este fue un lugar habitado desde el siglo III o IV a.C. hasta el IV o V d.C. En él apareció la quinta piedra formosa descubierta en Galicia –lo que sería un balneario castrexo-, una moneda romana y los mencionados elementos de una herrería prehidráulica, entre otros elementos.