Hace más de 20 años, Simone y Joseph conquistaban el mundo del espectáculo aéreo, el teatro, el show dance y la performance. Realizaban giras por todo el mundo, con paradas en Japón, Las Vegas, China o Rusia y trabajaban para importantes multinacionales. Sin embargo, esta pareja de británicos decidió en 2018 dejar una exitosa carrera en el espectáculo para abrir un pequeño refugio de artistas en la parroquia de Montoxo, en Cedeira.
El nacimiento de su hija, Eva, los hizo abandonar Buenos Aires, donde residían, y tras una breve parada en el Reino Unido, buscar una vivienda en Galicia. “Nos enamoramos a distancia de Galicia, viendo en internet lo verde que era y la cultura celta”, explica Simone. Para esta pareja, “Galicia era barata y tenía ingredientes encantadores: turismo, playa y verde”.
A la caza de una gran casa con espacio para crear
La búsqueda inmobiliaria tenía un requisito muy claro: “queríamos un estudio para crear, con cuartos para artistas y tierra donde estar tranquilos”, puntualizan. La casa de sus sueños apareció en Montoxo, en Cedeira, y pronto se pusieron manos a la obra para avanzar la reforma. La pandemia les dio de hecho “un respiro para trabajar más en la construcción, porque con las actividades no podíamos hacer nada”, afirma Simone.
Aunque la idea inicial era construir un refugio para artistas, de momento únicamente acogen clases de yoga, expresión corporal y talleres. Actualmente, preparan la programación del verano, que incluirá “talleres de plantas medicinales, sobre la alimentación fermentada, sobre el cuerpo como medio de liberación y también a cerca de la meditación”.

Pero el próximo año cuentan con acoger a 6 artistas en su refugio. “Básicamente un refugio es un lugar de encuentro de artistas para colaborar, la idea es tener un lugar de tranquilidad e inspiración de artistas”, explica Simone.
Aunque acogen artistas plásticos, se centran más en la “performance: danza, teatro, multimedia, sonido”, explica Simone. En conclusión, todos los artistas que propician “los elementos necesarios para armar un show”. Simone describe el lugar como “donde a mí como artista me encantaría estar, con buena comida, compañía y tranquilidad”.
La ayuda institucional también ha sido clave para este proyecto. “Desde el Concello de Cedeira nunca recibimos un no y siempre están abiertos a nuestras iniciativas” En septiembre de hecho planean en colaboración con el consistorio hacer una exhibición.
Hacer comunidad e integrarse
Además, gracias a esta colaboración institucional han logrado reunir a un grupo de extranjeros en la comarca en una misma asociación “Lugares comúns”. Unidos por sentirse fuera de casa pero atraídos por la costa gallega. Cuando Simone y Joseph llegaron a España, “un miedo era no tener comunidad, pero nos juntamos un grupo de buena gente, un gran grupo de amigos que estamos sobre la misma página de la vida”.
A través de esta asociación organizan “talleres y eventos donde los extranjeros presentamos eventos con la gente local y viceversa, así intercambiamos cultura”, sostiene Simone. Además, hace hincapié en la importancia de integrarse “no queremos estar fuera de la cultura, queremos mezclarla y ser parte de ella”.
Aunque Simone y Joseph decidieron dejar su compañía para dedicarse a acoger artistas y formar, ambos continúan creando bajo el sello de su productora “Cuerda Creatives”. Uno de sus últimos trabajos, “COVID no bosque”, es fruto de la pandemia “y la ansiedad de crear algo en ese momento”. Lo planearon de un día a otro, “quería salir y ver el mundo desde otra perspectiva”, puntualiza Simone.
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