El comité de Navantia Ferrol propone ir a la huelga y paralizar la producción si no se atienden sus demandas

La decisión podría comprometer la entrega de varios proyectos, algunos internacionales, que tienen plazos de ejecución muy ajustados

Foto de archivo de los trabajos en el segundo AOR australiano el pasado año

El conflicto laboral entre el comité de empresa de Navantia y la dirección de la empresa y del propio astillero continúa aumentando. Esta mañana, los delegados han impedido el acceso a sus puestos de trabajo a los jefes de sección, jefes de área, jefes de producción y directores del astillero. Un piquete les ha negado el paso a las instalaciones y “no podrán entrar durante la toda la jornada de hoy y veremos que pasa mañana”. Una medida de presión que continuarán realizando durante los próximos días y que incluso “llegará a incrementarse”, según explicó Miguel Pol, portavoz de CCOO en el comité.

Los representantes sindicales llevan semanas pidiendo una reunión con los responsables de Desarrollo y Operaciones y de Transformación Tecnológica de Navantia para conocer los motivos por los cuales se ha paralizado el desarrollo del Astillero 4.0 en Ferrol y cuáles son los planes para la ría. “Demuestra una increíble cobardía cuando se parapetan detrás de la dirección de la factoría de Ferrol, mientras ellos están en la sede central de Madrid, a 600 kilómetros, sin sentir ni un ápice de presión”, explicó el responsable sindical. Pol también apuntó que la propuesta de transformación del astillero que propone Navantia, como es la creación de un taller de sub-bloques, “no vale absolutamente de nada si no va unido a una digitalización integral del resto de la factoría”.

 

Miguel Pol y Adela López explicaron hoy que se aumentarán las medidas de presión

 

Por todo ello, y ante la falta de respuesta de la dirección de Navantia, han anunciado que van a plantear en una asamblea con el conjunto de los trabajadores iniciar una huelga y paralizar la producción de los proyectos que tienen actualmente entre manos y cuyos plazos de entrega están muy ajustados. “No queríamos llegar a este punto, pero la irresponsabilidad de la cúpula de la empresa nos lleva a esto”.

Miguel Pol detalló que la huelga afectaría a los trabajos previos que se están realizando en el proyecto de las F-110 -que a día de hoy ya cuentan con cierto retraso- o incluso a proyectos internacionales como el de las corbetas de Arabia Saudí, lo cual no solo acarrearía posibles sanciones para Navantia, sino que afectaría a su reputación. “Si Navantia consiguió el contrato de las corbetas saudíes es, entre otras cosas, porque tiene en Ferrol una fábrica de turbinas capaz de construir unas cajas reductoras y proyectos de propulsión en un plazo y con una calidad como ningún otro astillero en el mundo. Si paralizamos el proyecto quizá empiecen a valorar lo que tienen”, dijo el representante de CCOO.

Por detrás de la competencia

Además, desde el comité de empresa lamentaron que el “desmantelamiento” de la antigua Bazán afecte también a otras áreas: “En el departamento de Turbinas ha habido un recorte significativo del personal, pasando de más de 300 trabajadores a menos de 100 en el mejor de los casos. En el área de Reparaciones no se han realizado las inversiones necesarias para abordar nuevas especialidades como podrían ser las reparaciones del mercado offshore o incluso del mercado de cruceros. Y esto significa quedarnos por debajo de la competencia”.

Miguel Pol explicó que Navantia está abandonando el mercado internacional por falta de competencia y aseguró que “es inviable vivir de los encargos de la Armada Española”. Recordó que el astillero público español compite con muchas factorías que cuentan en sus instalaciones con un dique cubierto, lo cual reduce costes y plazos de entrega, mientras que Ferrol sigue con los métodos constructivos de mediados del pasado siglo. “Un estudio de una consultora internacional contratada por Navantia reveló que de sus doce principales competidores en el resto del mundo ninguno construye ya en gradas -solo Navantia- y más de la mitad contaban con diques cubiertos”.

Desde el comité de empresa quieren saber porqué la empresa inició hace unos años los trámites administrativos para obtener la declaración de impacto ambiental para la construcción del dique cubierto y ahora “ya no se contempla este proyecto”. “¿Qué futuro nos espera si Ferrol no puede hacer más de un barco a la vez?”, se preguntó el miembro de CCOO.

La antigua Astano, “alquilada” e “hipotecada”

También compareció esta mañana en rueda de prensa la presidenta del comité de empresa de Navantia Fene, Adela López, para asegurar que el astillero de Fene se encuentra igualmente en una situación de extrema gravedad. Explicó que la dirección tiene encima de la mesa un contrato para almacenar durante cinco años unos monopiles, “que no vienen a ser más que unos tubos” -dijo-, lo cual “hipotecaría a la factoría para poder acoger cualquier otro proyecto constructivo y de diversificación, como la construcción de subestaciones para los parques éolicos marinos”.

Desde el comité fenés lamentan que el único plan que tiene la dirección de Navantia para la antigua Astano sea “convertirla en un almacén, cuando tendría que ser el centro de referencia de diversificación de esta empresa”.  Además, recordó que la falta de personal es acuciante y que “a diario se va gente a la calle ante la falta de proyectos”. “No podemos dedicarnos a almacenar tubos y a alquilar talleres para empresas privadas, como Windar, para que desarrollen con gran parte de su plantilla los proyectos eólicos”, afirmó la presidenta del comité.

 

 

 

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