La mejora de la calidad del agua en los bancos de marisqueo no consuela a las cofradías

La Consellería anuncia que la zona de A Cabana pasa de zona a C a B, pero los mariscadores recuerdan que sigue sin haber producto para extraer

La mejora de los resultados obtenidos en los controles que realiza periódicamente el Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino de Galicia (Intecmar), dependiente de la Consellería del Mar, en las zonas de producción de moluscos bivalvos de la comunidad permitió que desde esta semana tres de esas áreas productivas tengan una mejor clasificación microbiológica que afecta a las zonas marisqueras de Ferrol, Barallobre y Miño.

Los análisis realizados en estas zonas de trabajo revelaron de manera continuada una menor presencia de la bacteria E. Coli que en su anterior clasificación, lo que permitió cambiar su catalogación mediante una resolución publicada por el Intecmar el pasado lunes.

Según la consellería do Mar estos cambios deberían “facilitar el trabajo de las mariscadoras y mariscadores al reducir los plazos de depuración de los productos extraídos y deberían redundar en un mejor precio de sus capturas”. Sin embargo, desde las cofradías aseguran que la realidad es bien distintas.

Jorge López, presidente del pósito fenés insiste en que el problema de base es que “no hay producto para extraer en ninguna zona de la ría”, independientemente de cual sea su calificación microbiológica. “Si hubiese marisco, sí sería una buena noticia, porque el hecho de no pasar por la batea de depuración agiliza los plazos de venta del producto, pero es que no hay producto que depurar”, lamenta.

Zonas afectadas

Las mejoras suponen que dos zonas de producción marisquera que tenían clasificación C -con el que el producto debía pasar por un proceso de depuración natural mediante reinstalación en batea antes de su comercialización- pasan a ser B, con el que los recursos extraídos tienen que pasar por un proceso de depuración previo a su venta.

A ellas se añade otra zona marisquera que estaba catalogada como B/C estacional y ahora pasa a ser zona B estable. La mejora de la clasificación microbiológica de estas tres zonas afecta a nueve bancos marisqueros y a más de 1.100.000 metros cuadrados de superficie en los que trabajan las cofradía de Ferrol, Barallobre y Miño.

Las zonas que pasaron de estar clasificadas como C a ser zona B son las ensenadas de Cabana-A Malata, en Ferrol, y la parte interna del estuario del río Mandeo. Mientras, el área que pasa de ser zona B/C estacional a B es la parte media del estuario del río Mandeo.

 

 

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