La Asociación de Pais e Nais de Nenos e Nenas Con Problemas Psico Sociais (Aspanesp) lleva a cabo una serie de iniciativas que promueven la inclusión social de sus usuarios a través de actividades sostenibles. En su centro ocupacional, 22 usuarios y usuarias participan en distintos talleres enfocados a la economía sostenible. Con estas actividades no solo fomentan la autonomía de las personas con discapacidad, sino que también se centran en enseñarles prácticas ecológicas; talleres de serigrafía, artesanía creativa, jardinería, compostaje comunitario y reciclaje de tapones de plástico para transformarlos en otros objetos, que se enmarca dentro del programa “Precious Plastic”.
La iniciativa “Precious Plastic” una comunidad global nacida en 2013, y que acogió la asociación hace tres años bajo el lema “Fóra do mar o plástico ten valor”, permite a los usuarios aprender cómo darle una segunda vida a la basura del mar. “No mundo só se recicla o 5% do plástico que existe, o que é unha barbaridade. O 95% onde está? No mar”, reflexiona Xavier Picos, educador social y maestro compostador que guía y enseña a los chicos a sensibilizarse sobre este asunto.
Clasificación de los plásticos
Así, en la asociación reciben los tapones que echan los vecinos al colector situado en las inmediaciones del parque infantil de A Frouxeira de Valdoviño, Concello colaborador, junto con el de Fene, de esta iniciativa, para que posteriormente los usuarios separen los tapones por colores y números; para continuar con su triturado dando lugar a microplásticos, y concluyendo con su modelado a través de las máquinas inyectoras y extrusoras.
“Traballamos cos dous tipos de plástico; o número 2, polietileno de alta densidade; e o número 5, polipropileno”, explica el educador. “Hai que pensar que estamos nun centro ocupacional que trata con persoas en situación de discapacidade lixeira, así que o que estamos facendo é potenciando actividades manipulativas que dan moita autonomía”.
Así, los usuarios se encargan de separar los plásticos por colores, una tarea que todos pueden hacer. Luego, aquellos con discapacidades más leves se encargan de categorizar los plásticos según el tipo, fijándose en el número grabado dentro del Círculo de Möbius, el símbolo del reciclaje presente en los productos de plástico.
Gracias a el Concello de Fene y el Grupo de Acción Local Pesquero (GALP), que les han proporcionado tres máquinas, una trituradora, otra inyectora y otra exclusora, trituran e inyectan el plástico derretido en unos moldes prefabricados para crear nuevos utensilios como reglas, medallas, llaveros, … Hay muchas posibilidades. Incluso están barajando, aprovechando que el Camino de Santiago pasa por Ferrol, fundir plástico para hacer conchas para los peregrinos.
Segunda vida a la basura marina
De esta manera, los usuarios se conciencian con la importancia de darle una segunda vida a la basura marina, colaborando con el sector pesquero y practicando la inclusión social, enseñando en colegios su labor. Asimismo, en la asociación practican la visión de la economía circular, en la que se recicla absolutamente todo. Incluso los clasificadores donde se separan los tapones que se van a reciclar están hechos de cajas de cartón reutilizadas.
“Aquí non se desperdicia nada”, comenta Picos, mientras Román, uno de los usuarios, separa los tapones por colores. Su educador comenta que “todo é reutilizado e o centro non ten que mercar nada”. La comunidad, los vecinos, los concellos y la población en general donan objetos como libros o materiales y ellos se encargan de darle esa segunda vida a través del reciclaje o de la reutilización.