Un estudio elaborado por el profesor Xosé Lois Otero Pérez, perteneciente al Departamento de Edafología y Química Agrícola de la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) alerta que la materia orgánica y el incremento de sedimentos lastran la producción marisquera en la ría de Ferrol.
“La presencia de alta concentración de materia orgánica y en un contexto de materiales muy finos, como limos y arcillas, conduce a que el metabolismo de los sedimentos cambie y limite el desarrollo de muchas especies, sobre todo de los bivalvos”, ha explicado el profesor.
Otero Pérez ha presentado este miércoles en la sede de la Cofradía de Barallobre, en Fene (A Coruña), un estudio encargado a la Estación de Bioloxía Mariña de A Graña, con sede en Ferrol, y gestionada por la USC.
En su intervención, ha destacado que el análisis se ha basado en “intervalos muy grandes de tiempo” que limitan para “evidenciar científicamente la causa exacta del problema”.
Así, ha sostenido que, en este caso, puede haber una “combinación de causas” y ha señalado que los limos y las arcillas, que llegan por arrastre desde la parte continental, posiblemente arrastradas por el río Xuvia, antes eran evacuados “al exterior, fuera de la ría, debido a las corrientes”. Con todo, ha considerado que, tras la construcción del puerto exterior de Caneliñas esa evacuación pude ser “más limitada”.
Fangos
Con estos componentes, el profesor universitario también ha incidido que “la tendencia a un incremento del fango es muy evidente”, un hecho que ha considerado que “no es exclusivo” de esta zona, sino que se trata de “un problema que ocurre también en las demás rías”.
Sobre el puerto exterior de Ferrol, Otero ha reseñado consideran que una parte principal de esta situación se debe a la barrera que se puso, que hace que las corrientes sean totalmente distintas, “tanto las de entrada como las de salida”. Ello, ha indicado, motivaría que “parte de lo que se agrega por parte de río Xuvia, que antes llegaría a la zona exterior, ahora pues queda instalado en la parte media de la ría”.
En cuanto a posibles soluciones, ha detallado que “dragar es una solución, pero también temporal, porque vuelve a pasar lo mismo con el tiempo”. Por ello, ha apostado por “una actuación integral, para evitar cargas de sedimentos elevadas, tareas de drenaje y hacer que algunas infraestructuras sean más permeables”, algo que “seria siempre positivo”.