Cae una red de marisco ilegal con más de una tonelada en mal estado y 14 detenidos

Los registros realizados en Ferrol, A Coruña y Portugal permitieron incautar 79.000 euros en efectivo y desmantelar ocho depuradoras clandestinas utilizadas por la organización

Captura del vídeo realizado por la Policía Nacional en el marco de la operación Capilla | POLICÍA NACIONAL

La Policía Nacional y la Policía Marítima Portuguesa, ha desmantelado una organización dedicada a la extracción y comercialización ilegal de marisco en la ría de Ferrol en el marco de lo que se ha denominado operación Capilla. En los registros se incautaron más de una tonelada de producto en mal estado, 79.000 euros en efectivo y documentación falsificada.

Agentes de la Policía Nacional, junto con la Unidad de la Policía Nacional adscrita a la Comunidad Autónoma de Galicia y la Policía Marítima Portuguesa, han desarticulado una organización criminal internacional que operaba en la ría de Ferrol y otros puntos de Galicia. Hay 14 personas detenidas por delitos de pertenencia a organización criminal, contra la salud pública, la flora y la fauna, y falsedad documental.

“Más de una tonelada de marisco en mal estado”

La investigación, que contó con la colaboración de la Jefatura Superior de Galicia y el Servicio de Guardacostas de A Coruña, permitió desmantelar un complejo entramado que se dedicaba a la pesca ilegal y posterior venta de marisco en el mercado español sin ningún tipo de control sanitario. “El producto era extraído de manera furtiva y almacenado en depuradoras ilegales para luego introducirlo en el mercado con documentación falsificada”, detallaron fuentes policiales.

Los agentes realizaron seis registros: cuatro en Ferrol, uno en la provincia de A Coruña y otro en Gafanha de Nazaré, Portugal. En ellos se intervinieron más de una tonelada de marisco en mal estado, 79.000 euros en efectivo, ocho piscinas con sistemas de depuración y numerosa documentación falsificada. También se incautó un arma corta.

La red operaba con una estructura jerárquica que incluía su propia red de furtivos. Estos pescadores ilegales capturaban el marisco que luego era vendido a otros miembros de la organización. “El producto se almacenaba en domicilios particulares y depuradoras ilegales antes de ser comercializado sin garantías sanitarias”, explicaron los investigadores.

Colaboración transfronteriza, clave

El caso tomó una dimensión internacional cuando se detectó que parte del marisco provenía de actividades ilegales en Portugal, lo que llevó a la coordinación con la Policía Marítima Portuguesa y al uso de una Orden Europea de Investigación gestionada por EUROJUST. “La colaboración transfronteriza fue clave para desarticular por completo esta organización”, indicaron fuentes cercanas a la operación.

Además de causar un grave daño a la actividad legal de marisqueo en la ría de Ferrol, los responsables ponían en peligro la salud pública al comercializar marisco sin control sanitario. “Este tipo de operaciones no solo impactan económicamente, sino que representan un serio riesgo para quienes consumen productos sin trazabilidad”, concluyeron las autoridades.

 

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