El eterno debate que planea sobre el modelo de urbanismo para el centro histórico de A Magdalena, en Ferrol, ha vuelto a dejar patente el desencuentro que existe entre algunos comerciantes y la administración local respecto a la supresión de plazas de aparcamiento y el impulso de la peatonalización y los espacios para los peatones en el entorno del barrio. Las obras de reurbanización y humanización de la calle de la Iglesia supondrán la eliminación de 130 plazas de aparcamiento en favor de aceras más anchas que favorezca el tránsito a pie en condiciones de seguridad. Sin embargo, algunas entidades no ven con buenos ojos esta apuesta por una ciudad más transitable sin vehículo y por eso se han dirigido al Concello de Ferrol a través de una misiva para plantear una vuelta al pasado, concretamente a la década de los 80: «Ya tenemos experiencias previas en esa zona y es un lugar idóneo».
Se trata de ASCM, Centro Comercial Aberto Ferrol-A Magdalena, Asociación de vecinos A Magdalena, Asociación de Hostelería y COGAMI quienes han puesto sobre la mesa la posibilidad de asfaltar las zonas verdes que discurren a lo largo de la calle Irmandiños —paralela a la muralla del Arsenal— para establecer ahí una zona de aparcamiento en batería que podría albergar unas 300 plazas, según sus cálculos. Aseguran desde estas cinco entidades que los vecinos del entorno de A Magdalena se encuentran a día de hoy con problemas para estacionar y que los parkings subterráneos del mercado y de la plaza del carbón tienen el cartel de «completo» de forma permanente. «Hay una lista de espera de cien vecinos para contratar una plaza de residente», explican.
Asimismo, aseguran que la eliminación de estas plazas afecta especialmente a las personas con movilidad reducida, ya que se eliminarán seis aparcamientos destinados a ellos. Creen desde las entidades demandantes de esta propuesta que es «un derecho de los vecinos» disponer de unos espacios de estacionamiento cercanos a las viviendas y apelan también al perjuicio que puede ocasionar a los negocios del centro de la ciudad, especialmente los días de lluvia. Desde el equipo de gobierno ya se han pronunciado al respecto de forma taxativa: «No vamos a cambiar zonas verdes por asfalto para que la ocupen coches». Creen desde el ejecutivo local que esta propuesta contraviene los modelos ciudad que se están planteando en toda España y en Europa y desmienten además a las cinco entidades sobre el colapso de los parkings o de las plazas de movilidad reducida, ya que estas «se mantendrán a pocos metros de las que había».