El Tribunal Superior de Justicia de Galicia (TSXG) ha ratificado la sentencia emitida por la Audiencia Provincial de A Coruña, que condena a un hombre de Ferrol, de nombre Jesús ángel, a doce años de prisión por el abuso sexual continuado de una menor de 16 años. La víctima, hija de una mujer extranjera amiga del condenado, sufrió abusos que comenzaron cuando tenía tan solo nueve años.
El fallo judicial también impone al acusado siete años de libertad vigilada tras cumplir la pena de prisión y le prohíbe ejercer cualquier profesión u oficio que implique un contacto regular y directo con menores de edad durante diecisiete años. Asimismo, se le prohíbe aproximarse a la víctima o comunicarse con ella por cualquier medio durante diecinueve años, además de tener que indemnizar a la afectada con 30.000 euros por daños morales.
La relación entre el agresor y la víctima comenzó en 2007, cuando el hombre entabló amistad con la madre de la menor, ofreciéndole apoyo económico para ella y sus hijos. Según la sentencia, el hombre asumió un papel familiar y ganó la confianza de la niña, a quien esta llegó a llamar «abuelo». Utilizando su posición de influencia y la dependencia emocional y material que había establecido, el condenado inició los abusos sexuales en 2010, que se prolongaron hasta mayo de 2017.
La denuncia fue presentada en junio de 2017, llevando a un registro en la vivienda del acusado donde se incautaron pruebas cruciales para la causa, incluyendo imágenes de la menor en poses sexuales, que el mismo procesado había capturado.
En su defensa, Jesús Ángel argumentó quebrantamiento de las normas y garantías procesales por falta de motivación en la sentencia. Sin embargo, el tribunal desestimó estas alegaciones, resaltando la exhaustiva motivación de la sentencia y la fiabilidad del testimonio de la menor, corroborado por evidencias periciales y testificales. Este fallo se sostiene en un análisis detallado que incluyó la valoración de pruebas digitales, periciales, y los testimonios de expertos y testigos.