Un chico de 16 años y una chica de 15 años, de nacionalidad española y sin antecedentes, han sido detenidos por la agresión a Valentín, un vecino de la calle Magdalena de Ferrol la pasada madrugada del 1 de septiembre. El ataque, ocurrido a las puertas de su vivienda, fue motivado por el hecho de que la víctima, desvelada por el ruido que estaban haciendo, les pidiera que se callaran desde su ventana. Ahora, su testimonio y las cámaras instaladas en el edificio han sido determinantes para que las autoridades pudieran localizar a los menores, para quienes la víctima espera “que reciban algún curso de reeducación”.
La Policía Nacional ha estado recabando datos y hablando con testigos del propio edificio, especialmente con el agredido, que declaró haber visto “una chica con un peinado peculiar más pequeñita que el chico”. El chico fue el primero en subir las escaleras hasta su puerta y dar el primer golpe, seguido de una chica, a los que vio “muy jovencitos, de menos de 20 años”, pero afirma que es difícil calcular la edad. “Lo que espero es que al que sean menores sea más rápido y a los padres les caiga lo que les tiene que caer”, dice esperanzado.
Doce días después de la paliza que le dejó una cicatriz en el labio y moratones por toda la cara, el hombre de 58 años está sanando las heridas “mucho mejor de lo que pensaba, aunque no son moco de pavo”, explica, con la voz algo abatida.