La Universidad de A Coruña, a través de su Centro de Investigación en Tecnologías Navales e Industriales (CITENI), se posiciona en la vanguardia de la innovación con su compromiso por la descarbonización del sector marítimo. El equipo de Ingeniería Energética (INGEN) del campus de Ferrol lidera la investigación para diseñar sistemas de propulsión naval basados en combustibles sintéticos y tecnología nuclear, marcando el camino hacia la neutralidad climática para 2050.
Esta iniciativa surge en respuesta al desafío global de reducir las emisiones contaminantes y alinea con el nuevo marco regulatorio europeo, el FuelEU Maritime, que busca una drástica disminución del 55% en emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 y la neutralidad climática para 2050. Los países y el sector marítimo enfrentan así la urgente necesidad de transicionar de los combustibles fósiles a alternativas más limpias y sostenibles.
En este escenario, el estudiante predoutoral José Miguel Mahía y su equipo, en colaboración con investigadores de renombre, publicaron un artículo en la revista Brodogradnja, desglosando las actuales y emergentes alternativas de combustibles marítimos. Conscientes de la urgente necesidad de combatir el cambio climático y cumplir con las regulaciones internacionales, este equipo de investigación se dedica a diseñar y probar sistemas de propulsión naval que utilizan combustibles sintéticos y, potencialmente, energía nuclear. El objetivo es claro: lograr una industria marítima neutral en carbono para el año 2050, en línea con los ambiciosos objetivos climáticos globales y europeos.
La investigación se desarrolla en un contexto donde la reducción de emisiones contaminantes es más que una prioridad; es una imperativa. El equipo de INGEN no solo aborda las soluciones tecnológicas sino que también considera las implicaciones económicas y regulatorias de la transición energética en el sector marítimo. Por un lado, analizan críticamente los combustibles marítimos actuales, considerando su impacto ambiental y su viabilidad en el nuevo panorama energético. Por otro lado, exploran alternativas emergentes como el hidrógeno, el gas natural licuado (GNL), y los biocombustibles, evaluando su potencial como sustitutos sostenibles de los combustibles fósiles.
Además, el estudio aborda la complejidad y los desafíos asociados con la adopción de estas nuevas tecnologías. Por ejemplo, el uso del hidrógeno como combustible enfrenta obstáculos técnicos y de seguridad, tales como su almacenamiento a bajas temperaturas y su alta inflamabilidad. Asimismo, la falta de una regulación específica y una experiencia naval consolidada en el manejo de hidrógeno suponen retos adicionales. En este sentido, el trabajo de INGEN no solo se enfoca en el diseño y prueba de nuevas tecnologías, sino también en contribuir al desarrollo de un marco regulatorio que facilite una transición segura y eficiente hacia un sector marítimo más sostenible.