El Servizo Galego de Saúde (Sergas) acaba de aumentar en un millón de euros la licitación del servicio de mantenimiento integral del hospital Naval de Ferrol y del Arquitecto Marcide. La oferta del contrato pasa de los 2,9 millones que licitó recientemente, y después retiró, hasta los 4 millones de euros. Un incremento que desde el sindicato CIG denuncia por considerar que «supone aumentar el desvío de dinero público». «Se considerábamos que con 2,9 millones de euros el contrato debía de revertir a público, ya nos quedamos sin palabras ante el aumento de la cifra», subrayan. La CIG-Salud denuncia que, con este tipo de contratos, lo que hace el Sergas es duplicar servicios.
Así, recuerdan que hace años la atención de la Central Térmica del Marcide se llevaba a las 24 horas con personal propio, «pero ahora será de nuevo una empresa externa quien haga estos trabajos». Las cláusulas del pliego de condiciones establecen que «se debe garantizar la presencia física en el CHUF de los técnicos que correspondan para dar cobertura al objeto del contrato 24 horas al día, 365 días al año”. Sin embargo, explican, la realidad es otra. «Las empresas cobran por esta labor las 24 horas, pero dan atención únicamente en turno de mañana y sei hay problemas a otras horas, acaban enviado al personal propio del hospital».
Este incumplimiento de los pliegos además no le supone una penalización económica a la empresa adjudicataria ni se le exige el cumplimiento del contrato. «Tenemos más que demostrado que funciona mucho mejor el mantenimiento público, con ejemplos claros como que después de haber contratado a una empresa para el ahorro energético, hayan sido los trabajadores del Marcide los que tuvieron que hacer el cambio de focos fluorescentes a led. Y los pocos que cambió la empresa contratada lo hizo mal, dejando las reactancias puestas para acabar rápido, lo que impide tener un ahorro al no disminuir el consumo».
CIG-Salud explica que en este nuevo contrato hay un cambio con respeto al de hace doce años. «Antes la empresa era la que asumía el gasto energético, pero en este caso, ante las subidas del coste de la energía, la empresa no pagará las facturas, solo será la encargada de buscar el ahorro. A este respeto, recuerdan que el Hospital ya tiene cuatro ingenieras e ingenieros contratados que saben mejor que nadie que mejoras aplicar. Por eso, la CIG-Salud advierte, una vez más, del «malgasto que supone esta externalización» de los servicios: empresas que cobran millonadas «para hacer trabajos a medias como ya nos está pasando. Con el mantenimiento publico esto no sucede, ya que para el personal propio prima la calidad y el ahorro a largo plazo, en vez de atender a un ahorro para hoy y hambre para mañana».