Los comités de empresa de Navantia en la ría de Ferrol se han pronunciado hoy sobre el reciente nombramiento de Ricardo Domínguez, ex jefe de gabinete, como nuevo presidente de la compañía después de que Belén Gualda fuese designada como máxima responsable de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) tan solo unos meses después de tomar posesión como presidenta del astillero público.
El presidente del comité de Ferrol, Emilio García, manifestó que «da la impresión de que este Gobierno no se toma en serio una empresa como Navantia. Parece que no entienden que es una empresa tecnológica, que hace productos complejos y que además tiene una situación complicada respecto a la puesta en marcha del Plan Industrial y del convenio. Por lo que este tipo de situación no ayuda en absoluto a la estabilidad de la empresa», lamentó.
Los representantes sindicales ya habían protestado por el cambio «repentino» y a su juicio «injustificado» que se produjo hace algo más de un mes en varios puestos directivos de la compañía y que supuso la designación de Eduardo Dobarro -hasta entonces responsable del programa de las F-110- como nuevo director de los astilleros de la ría.
Desde la parte social han manifestado en numerosas ocasiones que «no comprenden» cuál es la hoja de ruta de Navantia y piden que la nueva dirección recoja el proyecto industrial tal y como fue acordado con los comités de empresa, aunque aseguran que «no hay garantías» de que no se produzcan nuevos cambios.
«Por nuestra parte seguiremos trasladando a la nueva dirección las mismas demandas: un barco puente que ya llegaría tarde, lo necesitábamos hace un año o seis meses, y, sobre todo, nuevas inversiones. Si queremos ser competitivos necesitamos un dique cubierto y así poder competir en plazo y en coste con el resto de astilleros de Europa», puntualizó Emilio García.
Calendario para las F-110
De momento el calendario para el esperado programa de las F-110 se mantiene sin cambios. La fase de Revisión Preliminar de Diseño (PDR) está programada para el mes de mayo de este mismo año. La siguiente fase será la de la ingeniería constructiva o de detalle, que ya salió a licitación y se comenzaría a realizar en el mes de junio. Las primeras labores en el astillero corresponderían al corte de chapa de los bloques de fondo y no se esperan hasta febrero de 2022.
El mayor inconveniente que podrían trastocar el cronograma establecido debido a la pandemia del COVID-19 sería que no llegase a tiempo el suministro del material. Sin embargo, eso no debería afectar a la fase puramente constructiva, por lo que se espera que el incremento de cargo de trabajo empiece a notarse a partir del verano de 2022.