Agentes de la Policía Local de Ferrol identificaron ayer por la tarde al dueño del rottweiler que el pasado día 11, a las ocho y cuarto de la mañana, atacó a otros dos perros menores en las inmediaciones de la Plaza de Cuba, en Ultramar. Ese mismo día, el organismo municipal abrió una investigación, ya que los hechos pueden ser constitutivos de un delito contemplado en el artículo 337 del Código Penal, en la modalidad de comisión por omisión.
Las indagatorias llevaron a los policías encargados de esclarecer lo sucedido a un edificio en la calle Perú. Ese mismo día, el 11, identificaron en los espacios comunes de la propiedad a dos hombres que manifestaron que no residen en ella, pero que sí estaban adentro haciendo trabajos de pintura en una casa. Se detectaron varios contradicciones en sus manifestaciones, por lo que se les preguntó si estarían dispuestos a acudir voluntariamente al refugio de animales de Mougá para comprobar la reacción del perro agresor en su presencia. Ambos estuvieron de acuerdo, y una vez en el refugio, no se detectó ninguna reacción concluyente del animal para determinar si alguna de ellos era el dueño.
El jueves 13, la Unidad de Medio Ambiente de la Policía Local continuó con la misma línea de investigación, que condujo a los agentes a otro piso del mismo edificio. Al llamar en la puerta los recibió uno de los dos hombres identificados el martes, junto a su pareja. Los dos mostraron desde un principio un visible estado de nerviosismo y su relato entró en contradicciones, hasta que finalmente la mujer explicó que el perro era de un familiar.
Minutos después apareció en escena esa persona, un hombre que reconoció los hechos y manifestó su ánimo de comparecer de manera voluntaria en las dependencias del Cuerpo Nacional de Policía, donde fue acompañado por los agentes.
La Policía Local de Ferrol recordó que los hechos del pasado martes 11 podrían ser constitutivos de diversas infracciones, por lo que los propietarios de animales, especialmente aquellos que sean potencialmente peligrosos, deberán cumplir en todo momento con las obligaciones que les imponga la ley. El artículo 337 del Código Penal contempla que causar la muerte de un animal puede implicar penas de seis a dieciocho meses de prisión e inhabilitación especial de dos años cuatro años para el ejercicio de una profesión u oficio que esté relacionado con animales y para su tenencia.