La ingeniería mecánica, a través de la biomecánica, permite a los médicos simular por ordenador cirugías ortopédicas para explorar diferentes opciones de tratamiento, con la posibilidad de predecir la función posterior del miembro tratado. Sin embargo, a pesar del gran potencial de esta técnica, los progresos de la comunidad investigadora están restringidos por cuestiones económicas y éticas para validar estas predicciones y conseguir la confianza de los médicos.
El investigador del Laboratorio de Ingeniería Mecánica (LIM) del Centro de Investigación en Tecnologías Navales e Industriales (CITENI) del Campus Industrial de Ferrol (CIF) Florian Michaud ha presentado su reciente investigación en el campo de la biomecánica en el XXIV Congreso Nacional de Ingeniería Mecánica, celebrado en Las Palmas de Gran Canaria del 25 al 27 de octubre.
De los veintiséis trabajos presentados, su artículo titulado “Banco de ensayos sensorizado de rodilla para la validación experimental de simulaciones de tratamientos” fue elegido por el jurado del Premio del Capítulo Español de la Sociedad Europea de Biomecánica como Mejor Comunicación Científica del Área de Biomecánica.
En el trabajo premiado, se transformó una estación de entrenamiento comercial para cirujanos en un banco de ensayos sensorizado. Florian Michaud y los coautores de este trabajo (F. Mouzo, A. López Varela, U. Lugrís, D. Dopico y J. Cuadrado) ponen el foco en la reproducibilidad de su metodología por parte de otros grupos que se enfrentan a las mismas limitaciones.
El uso del banco de pruebas experimentales permitió demostrar a la empresa francesa Pixee Medical (financiadora del proyecto) la calidad del trabajo ejecutado: las simulaciones por ordenador desarrolladas permiten la reproducción de escenarios patológicos que resultan en inestabilidad rotuliana y facilitan la predicción de la función posterior al tratamiento.
Los autores concluyen que el uso de la simulación por ordenador arrojó resultados prometedores, mientras que el uso de modelos impresos en 3D y sensores permitió trabajar con gemelos digitales para la validación experimental de bajo coste evitando problemas éticos.