Esta mañana se retomaron los trabajos de renovación del parque de Fontelonga, en el barrio ferrolano de Caranza, tras un parón de varios meses después de que la empresa adjudicataria de las obras entrase en preconcurso de acreedores y abandonara la obra. Tal y como explicó hoy el edil de Urbanismo, Julián Reina, existían dos posibilidades ante este panorama: que se formalizara una cesión del contrato o iniciar un nuevo procedimiento de licitación. Finalmente se optó por la primera, “la mejor solución para evitar que el proyecto estuviera paralizado durante un año», explicó Reina durante la visita que hizo hoy a la zona verde.
La renovación y humanización del parque municipal de Fontelonga se adjudicó a finales de marzo por 528.860,56 euros, pero cuando la primera adjudicataria desistió de continuar con la ejecución del proyecto, se inició un “intenso trabajo” para poder seguir con la obra. La Xunta de Gobierno Local pudo dar el visto bueno a la cesión el pasado 24 de octubre. El proyecto incluye la habilitación de tres zonas de juegos, la instalación de una tirolina, la construcción de una pista multideporte, la colocación de nuevo mobiliario urbano y la plantación de más árboles, con el objetivo de “revitalizar la zona y potenciar su uso como lugar de reunión”.
Cada zona de juego estará orientada a una franja de edad. La primera, para pequeños, contará con un arenero de cerca de 50 metros cuadrados, un “escritorio de arena” con tres asientos, un balancín triple y una zona de bancos para los cuidadores de los pequeños.
Tirolina de 33 metros
La segunda, para niños de más edad, se situará en el actual parque infantil y pasará de ocupar los 110 metros cuadrados actuales a 300. Contará con un gran juego de mariposa doble formado por un entramado de cuerdas dentro de una estructura ondulada de acero con membranas deslizantes a modo de hamaca, paneles sensoriales giratorios de diferentes texturas y colores y asientos en forma de concha colgante y tubos. Este parque dispondrá también de un elemento giratorio tipo carrusel, un bambán doble con asientos planos, otro triple —con un asiento nido, otro para bebé y otro bebé-adulto que permite a este último balancearse al tiempo que el niño, un frente al otro—, y varios bancos. Entre ambos parques infantiles, además, se colocará una tirolina de 33 metros de longitud.
Por último, para la tercera zona de juego, orientada la gente joven, se aprovechará la pista deportiva actual para dedicar espacios a tres actividades físicas diferentes. En el primero se dispondrá de una pista con dos canastas y porterías de fútbol y en la segunda se colocará una canasta de baloncesto ‘sorpresa’ —una cesta elevada en forma de cesta con tres aperturas en la parte inferior, por lo que el jugador debe esperar la salida del balón por alguno de los tres canales— y una serie de marcas que permitirán otro tipo de juegos. En el tercero espacio se habilitará una zona de calistenia o workout que contará con un banco de abdominales inclinado, espaldera, agarraderas laterales y tres barras horizontales.
El proyecto para Fontelonga contempla también nuevos bancos de hormigón, parte de ellos con respaldo y reposabrazos, la renovación de las papeleras y una nueva iluminación que responderá a los estándares actuales de eficiencia energética. Los árboles existentes se sumarán 12 nuevos ejemplares de jacarandá junto a los caminos interiores y una línea de hortensias azules en todo el lado sur del perímetro. El objetivo del gobierno local es «lograr un espacio idóneo para el encuentro de personas de todas las edades según la normativa de accesibilidad». Así, la aspiración del gobierno es “que se convierta en un punto de encuentro para los habitantes de toda la ciudad”, apuntó Reina.