El gobierno de la Xunta ha querido escenificar hoy en Ferrol su apuesta la transformación de la fachada marítima de Ferrol, que se ha plasmado en los Presupuestos para el año 2024 en una partida de 2,6 millones de euros para completar la financiación de este conjunto de acciones que se están impulsando en el marco del convenio firmado entre la Xunta y la Autoridad Portuaria. El objetivo es habilitar un itinerario peatonal y ciclista continuo desde A Malata hasta la dársena de Curuxeiras, pasando por la Estrada Baixa do Porto, y creando espacios públicos seguros y adaptados a la movilidad sostenible.
La conselleira de Infraestruturas e Mobilidade, Ethel Vázquez, ha destacado los avances de las obras de dos de las actuaciones del proyecto de ‘Abrir Ferrol al mar’, «un proyecto común, que apuesta por la movilidad sostenible y sobre todo, estrechar esas relaciones entre ciudad y puerto de Ferrol para mejorar los desplazamientos a pie, que son menos contaminantes». En su intervención, ha destacado los 4,1 millones recogidos en el presupuesto de 2024 para esta actuación y la fachada marítima. Se trata, sobre todo, de «abrir Ferrol al mar», ha dicho durante la visita a estos trabajos en la zona del puerto este lunes, en un acto en el que ha estado acompañada, entre otros, por el alcalde de Ferrol, José Manuel Rey Varela, el presidente de la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao, Francisco Barea, y por la delegada de la Xunta en esta ciudad, Martina Aneiros.
En el corazón de este proyecto se encuentra la ampliación de los espacios peatonales. La Carretera Baja del Puerto experimentará una metamorfosis que incluirá la creación de áreas para el esparcimiento y la recreación, donde los residentes y visitantes podrán disfrutar de vistas al mar. El proyecto también tiene como objetivo mejorar la fluidez del tráfico vehicular mediante la reorganización de la vía existente, optimizando las intersecciones y accesos. La coexistencia de diferentes modos de transporte, como vehículos rodados, ferrocarriles, peatones y ciclistas, será una característica fundamental de la nueva carretera. La estética desempeñará un papel crucial en la transformación. Pasarelas peatonales y la dársena de Curuxeiras se integrarán visualmente con el entorno. Además, se contempla la creación de carriles para bicicletas para fomentar la movilidad sostenible y mejorar la calidad de vida urbana.
La primera fase de los proyectos está actualmente en marcha y se espera que se complete a lo largo de este año. La segunda fase, programada para principios del próximo año, está condicionada por la presencia de una nave que requiere desarrollo. Esta etapa también incluirá la ejecución de un muro de contención crucial para sostener la infraestructura existente y la creación de un área ajardinada de aproximadamente 400 metros cuadrados, adornada con unos 20 árboles.
El otro proyecto en proceso es el acondicionamiento de la carretera baja, con un presupuesto de 1.600.000 euros y un plazo de ejecución de 8 meses. Esta tarea se está realizando en varias fases. En primer lugar, se está trabajando en lo que se denomina el «lado ciudad», donde se ganará espacio peatonal de aproximadamente cinco metros de ancho, con una serie de recorridos diseñados para el confort de los ciudadanos. Posteriormente, se avanzará en el «lado puerto», que implica el retranqueo del cierre perimetral existente del puerto para dar lugar a un carril bici bidireccional que conectará Cuxueiras con A Malata, enlazando con el carril ya existente. Además, se llevará a cabo una nueva pavimentación de la calzada, con dos pasos de peatones a nivel para garantizar la accesibilidad y la seguridad de los transeúntes.
Otra parte crucial de este proyecto es la reordenación del tráfico en la zona del puerto. Esto se logrará mediante la construcción de dos estacionamientos disuasorios – uno en la zona interior y otro en la parcela junto al edificio de suministros de la Armada- con un total de 141 plazas, con el fin de reducir el acceso al núcleo urbano de la ciudad en vehículos particulares. Estas áreas, actualmente destinadas a usos marginales y pequeños almacenamientos, se transformarán en espacios funcionales. Los aparcamientos disuasorios contribuirán a aliviar la presión del tráfico en la ciudad.
Por su parte, el alcalde de Ferrol ha especificado que este proyecto busca tres objetivos, como son «incrementar las zonas verdes, incrementar también las posibilidades para que los vecinos puedan disfrutar de nuevas sendas para pasear en la ciudad y el carril bici», unido todo ello con «tener más aparcamientos». Esto le ha llevado a declarar que «cumple esta primera fase del proyecto de abrir Ferrol al mar con esa filosofía global que tenemos para la transformación urbana de Ferrol». «Cuando las administraciones colaboramos, conseguimos iniciar grandes proyectos de transformación», ha manifestado.
Por último, Francisco Barea ha señalado que en total está previsto acometer «cuatro obras que nos van a llevar a un cambio radical de la fachada marítima», de la que están tres adjudicadas, una la se adjudicará en breve y dos ya están activas. En todo caso, «todas estarán terminadas en el año 2024». El presidente de la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao ha incidido en que, cuando llegaron a esta Presidencia, uno de los objetivos era el de «mejorar esta relación con la ciudad» y que así se está haciendo. «Lo hemos hecho de una manera más social, pero también hay que hacerlo de una manera más técnica, que es este caso, y yo creo que es un logro importante el que sigamos en este camino», además de agradecer la aportación de la Xunta, «ya que, de inversión total, de 4,6 millones, pone un total de 3,8».
