El naval ferrolano volvió a salir masivamente a las calles de la ciudad para mostrar la emergencia que vive el sector ante la falta de carga de trabajo en las factorías de Navantia. Más de 1.000 trabajadores de la industria auxiliar han perdido ya su empleo desde que se inició la obra de los AOR australianos y se espera para el primer trimestre de 2021 la cifra se aproxime a los 3.000 parados, una vez que se entregue el segundo de los destructores de la Armada Australiana.
El presidente del comité de empresa de Navantia, Emilio García, explicó que la mayoría de ellos “son de compañías de aceros, ya que para ellos no hay ningún tipo de trabajo y queda ahora muy poca gente de auxiliares, son personal de pruebas, de electricidad y de otras cosas menores de pintura, pero la gran mayoría de ellos están fuera”.
Desde entonces hasta febrero de 2022 -según los pronósticos más optimistas-, que será cuando comience el corte de chapa del programa de las fragatas F-110 para la Armada Española, las gradas de Ferrol estarán en absoluta subactividad y tan solo la fábrica de turbinas y el departamento de reparaciones podrán asumir alguna carga de trabajo.
Los sindicatos vienen advirtiendo de esta situación desde hace tiempo y demandando carga de trabajo para las gradas ferrolanas para 2021, pero por el momento la respuesta de la empresa y del gobierno Central es nula. Por eso, dentro del calendario de movilizaciones que han acordado en la última asamblea, hoy ha realizado una marcha multitudinaria desde el astillero de Ferrol hasta la plaza de Armas, que ha finalizado con una concentración silenciosa frente al ayuntamiento. Tan solo con una pancarta, sostenida por miembros del comité de empresa, en la que se podía leer “Carga de traballo para Navantia Xa. Polo futuro das comarcas”.
Pero la carga de trabajo es solo uno de los problemas del sector naval a corto plazo en la comarca. La falta de inversiones para la transformación de la factoría en el Astillero 4.0, prometidas por la Administración central, todavía no se ha concretado y, según los sindicatos, el tiempo apremia si Navantia quiere empezar a ser competitiva en el mercado internacional. “Salimos de nuevo a la calle para denunciar que en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado no aparecen consignados fondos para la materialización de una obra que consideramos fundamental, como es la construcción de un dique cubierto, una herramienta fundamental para futuros contratos”, explicó Emilio García.
El presidente del comité también insistió en la necesidad de recurrir a los Fondos de Recuperación Europeos para poder acceder a estas ayudas, “en los que está prevista una gran inversión en transformación digital, donde encajaría tanto este dique como la transformación del Astillero 4.0. Hay que empezar a realizar los trámites administrativos como Declaración de Impacto Ambiental y otros permisos”, insistió el representante sindical.
