Las agresiones en el contexto del ocio nocturno de San Juan se están convirtiendo en un problema “grave” según los vecinos. En los últimos meses se registran continuas peleas a la salida del local Onda coincidiendo con el horario de cierre a la altas horas de la madrugada. Los vecinos aseguran que San Juan siempre ha sido un barrio tranquilo y se quejan de la extrema violencia que se está viviendo en el entorno de este local de ocio. Por eso piden más vigilancia y más medidas de seguridad.
El último altercado ocurrió este fin de semana. Sobre las 05:00 del pasado domingo fue cuando la Policía Local recibió un nuevo aviso de una pelea en el parking anexo a Onda. Al llegar al lugar varias patrullas dispersaron a la multitud y rápidamente fueron requeridos por un joven ensangrentado que aseguraba haber recibido una paliza.
Una paliza grupal
El joven presentaba signos de una brutal agresión en la cara y tuvo que ser intervenido de urgencia en el Arquitecto Marcide. Sin embargo, aún malherido, logró proporcionar a los agentes algunos datos para localizar a uno de los agresores. Los policías hicieron una batida por la zona y a los pocos minutos encontraron a una persona que coincidía con la descripción ofrecida por la víctima y el cual reconoció que había participado en la pelea. Fue detenido y puesto a disposición de la Policía Nacional, que lo llevó ante el juez de guardia de Ferrol.
Según fuentes consultadas por enfoques.gal el joven se vio involucrado en la reyerta cuando salió en defensa de una persona de su círculo personal. Fue entonces cuando los agresores la emprendieron a golpes con él y llegaron a estamparle tres vasos rotos en la cara, lo que le provocó importantes y daños en uno de los ojos, el cual tiene ulcerado.
Falta de civismo
El presidente de la asociación de vecinos San Xoan-O Bertón, Andrés Medín, aseguro que los vecinos están detectando prácticas casi sádicas en las que “un grupo de gente elige a una persona y lo deshacen”. Asegura que ya no son pequeñas broncas entre grupos de chavales, sino que parece casi un “juego macabro” en el que participan decenas de personas.
Aunque piden más presencia policial, desde la asociación vecinal también apelan al civismo y a la conciencia social de la juventud y de sus familias, ya que aseguran que la presencia de menores —de 14 y 15 años— en la zona es cada día más frecuente.