Talento ferrolano para dejar a punto los trenes de lujo de Renfe

Luz Rey, gerente de Limnova, dirige a un equipo de siete personas que se encargan de la limpieza del Transcantábrico, el Costa Verde y el Al-Ándalus

Luz Rey, gerente de la empresa de limpieza ubicada en Canido, Limnova | ENFOQUES

En todos los viajes de lujo existen profesionales en la sombra que hacen que la estancia en esos lugares sean lo que son: exclusivos. Esto ocurre gracias a personas como Luz Rey, una ferrolana del barrio de Canido que dirige la empresa de limpieza Limnova, y que desde hace más de una década —desde 2010— se dedica al mantenimiento de algunos de los trenes turísticos más prestigiosos de España. Encargada de la limpieza y el cuidado de joyas ferroviarias como el Transcantábrico, el Costa Verde y el al-Ándalus, realiza un servicio “que suele comenzar en Semana Santa y puede extenderse hasta finales de octubre o principios de noviembre”.

Luz cuenta que es una persona comprometida con su trabajo, así lo ha demostrado realizando el mantenimiento exhaustivo de lo que son verdaderos hoteles sobre raíles y que cuentan con instalaciones de lujo como son las suites, dormitorios, pubs y salones, pero también cocinas y otras instalaciones. Una complejidad de espacios compuestos de diferentes materiales como son diferentes maderas nobles que hace que la limpieza sea realizada al detalle para mantener el alto estándar que los pasajeros esperan.

 

Integrantes del equipo Limnova en la estación de tren de Ferrol frente al Transcantábrico

La rutina de limpieza comienza cuando los trenes llegan a Ferrol a las diez de la mañana. El equipo de Limnova, compuesto por siete trabajadores y trabajadoras, se divide en dos grupos para limpiar los convoyes los sábados: cinco personas trabajan en el interior y dos en el exterior. La directora de la operación, quien también coordina y supervisa el trabajo, explica que el proceso dura aproximadamente cuatro horas. “En cuanto los pasajeros salen del tren, nos ponemos a trabajar”, afirma.

El Transcantábrico Gran Lujo, buque insignia de los trenes de esta categoría de Renfe, es un convoy que consta de siete históricos coches Pullman y que tienen con 14 espaciosas suites decoradas y adornadas con exclusivos detalles en las que resulta “crucial” dejar todo impecable, ya que los clientes “pagan una cantidad considerable por su estancia de una semana en el tren”. Y es que se trata de un hotel cinco estrellas desplazándose por rieles a través de la cornisa cantábrica.

Por otro lado, el Al-Ándalus, con sus 360 metros —aún más imponente—, requiere una atención más exhaustiva. Además de los comedores revestidos de maderas y las elegantes tapicerías, los equipos deben limpiar cortinas, estores, moquetas, lámparas, y hasta eliminar grafitis del exterior. No se dejan detalle.

La empresa licitadora, Renfe, confía en Luz debido a su experiencia previa. Luz comenta: “Antes trabajaba de encargada en la empresa que llevaba la limpieza de los trenes, pero cuando estuve un año de baja médica, esta empresa durante mi ausencia no cumplió con las expectativas.” Al regresar, Luz se puso en contacto con los responsables para participar en la licitación. Su experiencia en el sector y la confianza que habían depositado en ella hicieron el resto.

Detalle de la Suite Gran Lujo de Tren Transcantábrico | RENFE

 

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