Una docena de personas participaron ya en el programa de ayuda a la transición a la vivienda ‘Hogares Ferrol: Viviendas para la inclusión de personas en situación de exclusión residencial severa’, una iniciativa puesta en marcha por el Ayuntamiento de Ferrol y Provivenda en el marco del convenio rubricado hace un año entre el alcalde de Ferrol, Ángel Mato, y Ana Pardo, responsable de Provivenda en Galicia. El importe de la aportación municipal, que asciende a 55.000 euros, permitió acondicionar el interior de las dos viviendas, cada una con capacidad para cuatro personas —en habitaciones individuales—, ocho en total, que se encuentran en situación de vulnerabilidad. El desarrollo del programa cuenta con la colaboración de Emaús Fundación Social.
Las 12 personas que desde entonces realizaron una estancia en estas viviendas, la mayoría mujeres, llegaron derivadas de los servicios sociales del Ayuntamiento de Ferrol o de una entidad social, como Secretariado Gitano, Asfedro o Cáritas Diocesana, entre otras. El perfil mayoritario de los participantes en el programa es el de una persona con un amplio grado de vulnerabilidad que cuenta con una larga trayectoria de residencia en la calle, sin red de apoyo social y familiar y con ingresos económicos escasos, segundo indicó la edil de Bienestar Social, Eva Martínez Montero.
Acompañamiento
La concejala explicó que se trata de un programa residencial que se presta gracias a estas dos viviendas “orientado a garantizar el acceso a la vivienda, ofreciendo alojamiento compartido y asegurando la cobertura de las necesidades vitales y el acompañamiento personalizado que necesitan las personas sin hogar para mejorar sus condiciones de vida”. De este modo, dijo, “contribuimos a prevenir situaciones de cronificación de la vulnerabilidade y ayudamos a que consigan mayores niveles de autonomía, bienestar persoal e inclusión”.
Una vez las personas se incorporan a la vivienda se inician diversos itinerarios tanto a nivel personal como económico y social con una serie de objetivos y tiempos de consecución que marcan los propios participantes. El personal desarrolla la escucha activa, diversos acompañamientos, acciones para el fomento de competencias y de su autonomía y un plan de futuro, entre otras labores, en permanente contacto con los servicios sociales del Ayuntamiento y las entidades derivantes.
Se realizaron ya cerca de 200 visitas domiciliarias, más de 110 acompañamientos y cerca de 70 reuniones, un trabajo que “contribuyó a que los participantes mejoraran en cuanto a su autonomía y alimentación, elaborando ellos mismos sus menús y estableciendo sus horarios”, indicó la edil. También se percibió “una importante mejoría en su autoestima y en sus estados de salud”, pudiendo recibir sus diferentes tratamientos médicos y teniendo un hogar en el que descansar.