Este pasado miércoles por la mañana, pasadas las 12:00 horas, técnicos del parque de bomberos de Ferrol acudieron con un camión a las inmediaciones de la Puerta de Neira, a una vivienda situada en la Estrada de Catabois 251. Al acceder al segundo piso del edificio, a través de la escalera del camión, encontraron el cuerpo momificado de una mujer en el sofá de su vivienda, que, según los vecinos, debía rondar los “sesenta o sesenta y cinco años” y que debía llevar muerta unos ocho meses.
Según fuentes municipales, los efectivos se presentaron allí por orden de la Policía Nacional, cuyos agentes pretendían entregar una citación judicial. Los vecinos del barrio, por su parte, comentan que la citación debía de ser con motivo de “una incapacidad”. “La habían citado y como no se presentaba, le dieron varios avisos y vinieron”, señalaron.
Un testigo presencial salió de su negocio al escuchar el sonido de los cláxones de los coches que estaban detenidos debido al estacionamiento del camión de bomberos en medio de la carretera alrededor de las 12:30. “Los bomberos entraron y después se fueron con la policía sin quedar nadie durante un periodo de tiempo, y aproximadamente sobre la 13:30 llegó la policía judicial”, detalla. “Es decir, los bomberos debieron de entrar, ver lo que había dentro y llamaron a la policía judicial”, explica, señalando que posteriormente también llegó la funeraria con su furgón.
Los vecinos de la zona sospechaban: “No estaba bien, iba por la calle sola y siempre iba a su bola”, explican que hacía una vida bastante solitaria e introvertida y que es probable que por esa falta de contacto diario no saltasen antes las alarmas.
“La veías en la ventana, pero hacía tiempo que no se asomaba. Creí que estaba hospitalizada porque no sabía nada de ella, aunque es verdad que deje de ver mucha gente después de la pandemia”, comenta una vecina. A su vez, cuando se le cuestiona sobre si tiene familiares, cree recordar que tiene un hijo.