“Yo pensaba como mucha gente que las mujeres no habían participado en el arte. Cuando después de acabar la carrera, me regalaron un libro sobre arte femenino, me quedé impactada. ¿Dónde estaba esto? ¿Por qué no lo estudié?”, cuenta Miriam Varela, historiadora del arte y quien ahora prepara la oposición para ser docente en su especialidad.
Cuando comenzó a preparar el temario de la oposición, Miriam se encontró con que en materias de bachillerato, como Historia del Arte o Fundamentos del Arte, no constan obras de ninguna artista mujer. El profesorado que consigue impartir alguna sesión de arte femenino lo hace de manera extracurricular, encajándolo en un ajustado horario. Por tanto, la mayor parte del alumnado actual desconoce el trabajo de las mujeres en el arte.
Aprovechando la reforma de la ley de educación planteada por el gobierno central, la ferrolana ha iniciado una recogida de firmas, en la plataforma change.org para modificar el temario de estas asignaturas. De momento, la propuesta cuenta ya con casi 7.000 apoyos y su impulsora espera “una acogida tan buena en la política como la que tuvo entre la ciudadanía”.
Los manuales educativos siguen sin cambiar
El auge del movimiento feminista en los últimos años ha contribuido a una mayor visibilidad del colectivo femenino. Sin embargo, las mujeres parecen seguir siendo la excepción en el arte y no figuran en las exposiciones permanentes. “Los museos han comenzado a valorar las obras de las mujeres y ahora hay alguna exposición temporal. Pero el arte femenino sigue tratándose como algo anecdótico o una rareza”, comenta Miriam.
No obstante, los manuales educativos parecen no haber sufrido ningún tipo de cambio. Así, las mujeres artistas continúan apartadas de las aulas. “Es muy importante empezar el cambio en la educación secundaria, porque van a ser nuestro futuro. Si integramos en el arte a hombres y mujeres, estos estudiantes ya no van a concebir el arte femenina como algo separado”, explicaba Miriam.
Sólo se enseña la mitad de la historia
La impulsora de la recogida de firmas enfatizaba la necesidad de contar la historia del arte completa, ya que, ignorando a las mujeres, el alumnado sólo conoce la mitad de la historia. “Las mujeres pintaban ya en las cavernas o en la Edad Media. Tampoco podemos seguir pasando por la Catedral de Santiago sin pensar que había mujeres construyéndola”, comentaba.
El enfoque también es esencial a la hora de estudiar artistas femeninas, ya que muchas son conocidas por detalles de sus vidas. “Hay que conocerlas por el valor de su obra y no de su vida, no podemos reducir a experiencias personales el valor de una”, subrayaba Miriam.
La iniciativa continúa todavía recopilando firmas para que estas artistas logren su hueco en las aulas. El trabajo de Miriam nace además de un perfil de Instagram @la_artista_olvidada, en el que pone en valor obras de artistas femeninas.
