Este pasado viernes, 18 de octubre, la empresa de animación LaGuagua celebró su 21º aniversario —20+1, como les gusta decir— con un evento especial en el Pazo Libunca, en un ambiente íntimo y emotivo donde la alegría y el agradecimiento fueron los protagonistas. La celebración del 21 aniversario de LaGuagua fue un evento lleno de emoción y recuerdos, donde no faltaron las risas y los momentos conmovedores. Además de las actuales trabajadoras y animadoras, asistieron familiares y amigos que han sido parte del viaje de la empresa a lo largo de los años. Carla y Patricia Iglesias, las socias fundadoras, se encargaron de entregar a cada uno de ellos un pin conmemorativo como muestra de agradecimiento por su aportación al proyecto.
En su intervención, Carla no solo agradeció a los presentes por su apoyo durante estos 21 años, sino que también hizo un emotivo homenaje a su familia, especialmente a su madre, que no pudo asistir al evento por motivos de salud. “Este aplauso es para nuestra madre”. El repaso a la historia de LaGuagua continuó con menciones a los colaboradores, empleados, clientes y amigos que han sido parte fundamental en el crecimiento de la empresa. “Aquí están las personas importantes de nuestra vida, las que nos han acompañado en este viaje”.
El momento más personal del discurso llegó cuando Carla habló sobre el papel de su hermana Patricia en la creación y desarrollo de la empresa. “Gracias a ella descubrí, no solamente mis luces y mis sombras, sino mi única vocación”. Carla Iglesias, en su emotivo discurso, se refirió al papel fundamental que han jugado familiares, clientes y trabajadores: “Este autobús no habría llegado tan lejos sin cada una de las personas que, en algún momento, se subieron a él. Vosotros sois la gasolina que lo ha empujado durante estos 21 años”. La entrega de los pines fue uno de los momentos más simbólicos de la noche, ya que reflejó la importancia de todos los que han contribuido a hacer crecer LaGuagua.
En medio de risas y algunas lágrimas, Carla recordó también los inicios difíciles de la empresa: “Emprender fue un salto al vacío, y sin la ayuda de nuestras familias y amigos no estaríamos aquí hoy. Este proyecto no es solo nuestro, es de todos los que nos han apoyado en este viaje”. En ese mismo sentido, añadió: “Cada cliente que está aquí hoy es porque hemos logrado entendernos, ilusionarnos juntos y compartir la responsabilidad de hacer las cosas bien”.
El evento, que comenzó con una cena tipo cóctel, fue la excusa perfecta para revivir anécdotas y momentos importantes de la historia de LaGuagua. La fiesta que siguió al acto corporativo ofreció un ambiente distendido, donde la música y los bailes se mezclaron con el sentimiento de comunidad que ha caracterizado siempre a esta empresa. “No puede animar quien no está animado, y hoy todos estamos más que animados para seguir este viaje”, recordaron las socias de LaGuagua.