El Ayuntamiento de Moeche organiza un recorrido entre los castillos de Naraío y Moeche que se desarrollará en la tarde de este viernes 26 de agosto (16:00 horas) guiado por el técnico de turismo Ramón Carballeira, buen conocedor de ambas fortalezcas y de su historia compartida, sobre todo el capítulo referido a las Revoluciones Irmandiñas de finales del siglo XV.
El recorrido es gratuito y hace falta inscripción previa a través del 981 404 006 o del correo [email protected]. En esas dos vías de contacto también se podrá reservar entrada (5 euros) para ‘O castelo non é para nós’, el ciclo de visitas teatralizadas de la mano de Pedro Álvarez de Osorio y Beatriz de Castro que finaliza este sábado 27 a las 17:00.
El itinerario del viernes por la tarde se hará en coche saliendo de Naraío con destino a Moeche y haciendo varias paradas en localizaciones destacadas por su valor patrimonial e histórico, de manera que esta propuesta será también una magnífica oportunidad para descubrir o comprender mejor el medievo gallego, una época de transición que trajo a su vez grandes cambios sociales y culturales.
Así, tras visitar la torre y los muros que se yerguen en una roca del lugar de Castelo, en Naraío, la expedición bajará hasta el puente de Ferrería, guardada en uno de sus lados por la figura de un jabalí (el «cerdo» del puente) u oso de piedra, símbolo de la casa de los Andrade. También se verá la parte inferior del paso sobre lo río Castro, de arco gótico y, según se cree, construido en el siglo XIV.
El siguiente punto que se visitará será el oico de Ferreira, situado a medio camino casi en línea recta entre ambos castillos, donde la tradición y algunos escritos hablan de la existencia de una construcción religiosa de la que hoy no queda más vestigio que un sarcófago sin lápida esculpido en la roca, conocido popularmente como «la cama del Santo», San Vicente.
La leyenda cuenta que tras la construcción de la iglesia de San Paio, al pie del pico, el santo solía huir todas las noches para ir a dormir a su cumbre, hasta que el vecindario decidió impedírselo encadenando su imagen. La tradición también se refiere al pico de San Vicente como lugar mágico para la curación de males del cuerpo -por lo visto metiéndose en el sarcófago pasan los dolores de muelas- y del espíritu, además de ser venturoso para la salud del ganado.
Desde el pico se divisa todo el valle de Moeche y, al fondo, el castillo. La expedición emprenderá en la última parte de la tarde camino hacia el fortín, asaltado el pasado sábado en el marco del XLIII Festival Irmandiño que rememora con música y actividades culturales a segunda grande revuelta campesina e hidalga del siglo XV.