Una familia de Mugardos, residente en la parroquia de Franza, ha denunciado un ataque a su vivienda perpetrado durante la noche del domingo al lunes, mientras los residentes se encontraban en el interior de esta casa unifamiliar. Según relata la dueña de la casa, y víctima de estos ataques, este no es sino el último de una serie de episodios que llevan sufriendo desde hace años por motivos que prefiere mantener en privado. «No ha sido un simple acto vandálico. No nos tocó por casualidad, ha sido un acto de odio e inquina hacia nosotros», explica.
Esta vecina de Franza, cuya familia lleva más de 80 años residiendo en Mortadeiro, afirma que los atacantes prepararon a conciencia esta última agresión y que «buscaban hacer daño físico, económico y psicológico». La propia Guardia Civil, que se ha encargo de investigar el suceso, reconoce que se trata de un acto premeditado de odio. «Lanzaron bolsas llenas de aceite de coche usado, cerradas con bridas y en tal cantidad que han tenido que estar recogiéndolo durante un tiempo», explica la dueña de la vivienda, que en ese momento se encontraba dentro con su hija pequeña.

Además, los autores realizaron pintadas en el exterior del muro y en el portón de entrada a la finca. Este es el último de una serie de episodios que esta vecina viene denunciando desde hace años. El primero que recuerda es encontrarse con el capó del coche quemado y con un rastro de gasolina. En otra ocasión, relata, mientras paseaban por Mugardos les rajaron las cuatro ruedas del coche y, meses más tarde, otras dos ruedas pinchadas.
En esa ocasión, además, estuvieron a punto de sufrir un accidente de tráfico ya que no se percataron de ello hasta que emprendieron la marcha. «Esta ya es la segunda vez que ponen en riesgo nuestra integridad física, la mía y la de mi hija», lamenta esta vecina de Mugardos.
