Narón albergará el área comercial Parque Gándara, en la antigua parcela de 22.000 m² donde se levantaba la nave de Poligal, en el Polígono de A Gándara (Narón). La compañía Obramat desembarca en Ferrolterra para abrir un espacio dedicado a la venta minorista de artículos de construcción y reforma, que supondrá el tercer gran almacén que tiene la compañía catalana en Galicia, con una superficie de venta de unos 7.000 m².
Según la empresa ferrolana Img Property, encargada de gestionar el proyecto, prevén abrir sus puertas en el 2025, tras una remodelación que llevará seis meses de duración. Esta obra supondrá una inversión aproximada de 10 millones de euros y generará cerca de 220 puestos de trabajo para la comarca.
Parque Gándara incluirá un área techada para la comercialización de equipos sanitarios y otro espacio al aire libre para la venta de materiales de construcción. Además, contará con un amplio parking exterior con capacidad para más de 300 vehículos y con acceso desde la Avenida do Mar y Rúa Irmáns Pita. También tendrá una electrolinera con 8 plazas de carga ultrarrápida de última generación.

Según Óscar Faraldo, CEO de Img Properties, el proyecto, ya se encuentra en su primera fase de ejecución, con la demolición de la antigua nave de Poligal, un conglomerado que pertenecía a la empresa Peralada, con sede en Barcelona.
Intento fallido
Antiguamente, esta planta estaba especializada en la producción de plásticos y cerró sus puertas en 2019 después de varios años de declive. Peralada se deshizo de Poligal dos años después de un cierre que afectó a 108 trabajadores y que acumulaba pérdidas de casi 11 millones de euros desde 2012, debido a factores como la subida de precios de materias primas y exceso de capacidad instalada.
En agosto de 2023, hubo un intento de proyecto de la mano de CHTC Motors, una compañía asiática, que había puestos sus ojos en el polígono de Río do Pozo para la instalación de una factoría de buses eléctricos y otra de componentes eficientes, como baterías y recargadores.
Esta inversión hubiera requerido unos 90 millones de euros y generado alrededor de mil empleos entre directos e indirectos, sin embargo, diversos factores como la pandemia del COVID-19 y la guerra en Ucrania complicaron su instalación en Narón, por lo que la empresa china se echó atrás.