El astillero de Navantia Ferrol podría estar a las puertas de conseguir dos pequeños contratos puente para el 2021 y paliar así, en parte, el año en blanco al que presumiblemente se va a enfrentar ante la falta de encargos. Según fuentes de la propia empresa, Navantia podría estar pensando en derivar dos obras menores de los astilleros de la bahía de Cádiz a los de Ferrol.
Uno sería de ellos seria la finalización del crucero de lujo ‘Evrima’, que se construye actualmente en los astilleros vigueses de Hijos de Barrera y que estaba previsto que se rematara en Cádiz. Pero la grave situación que vive la planta ferrolana ha hecho que la empresa se replantee traerlo a Ferrol para equilibrar la carga de trabajo, lo que supondría además un ahorro de coste a nivel logístico. «En las mesas de trabajo que se mantuvieron entre el comité, la empresa y la Xunta, se puso esta posibilidad sobre la mesa», explican fuentes consultadas por Enfoques. En cualquier caso, supondría una carga de trabajo de pocas semanas y la movilización de pocos operarios.
En el sur, tanto la factoría gaditana, como la de Puerto Real y la de San Fernando cuentan actualmente con varios proyectos tanto civiles, eólicos, como militares en marcha, alguno de ellos de forma simultánea, y que se alargarán como mínimo hasta finales del próximo año. Mientras, en Ferrol apenas 400 personas dan los últimos retoques a la segunda unidad de los dos AOR para la Marina Australiana, el «Stalwart», que zapará rumbo a Perth el próximo mes de marzo.
El otro de los proyectos que podría llegar a las gradas de Ferrol en los próximos meses es la transformación del nuevo barco civil que ha comprado el Ministerio de Defensa al Grupo Suardíaz para convertirlo en buque de transporte militar. El rolón ‘Galicia’, también construido en Barreras, fue adquirido el pasado mes de noviembre por 7,5 millones de euros con el fin de acondicionarlo como barco de transporte para el Ejército de Tierra.
El departamento de Reparaciones de Navantia Ferrol presentó una oferta para este proyecto, que contaría con varias empresas auxiliares de la zona, y que supondría una inversión de en torno a los 30 millones de euros y varios meses de carga de trabajo. «Siguen sin ser los grandes proyectos que necesitamos en el astillero para que miles de personas no se queden en la calle. Todo es bienvenido, pero no soluciona nada», valoró Emilio García, presidente del comité de empresa.