El pasado mes de noviembre fue dramático para los vecinos de Santas Marías y As Augas, en Neda: el desbordamiento de los ríos Belelle y Basteiro dejó importantes inundaciones, afectando a casas y coches. Ante esta situación, el Concello de Neda, después de haber estudiado las diferentes alternativas, ha presentado una serie de medidas para evitar que se repitan estos incidentes, enmendando un plan propuesto desde Augas de Galicia para adaptarlo a la realidad local. “Queremos poner en marcha soluciones para evitar que se repitan episodios como el vivido el 14 de noviembre de 2023”, destaca el alcalde, Ángel Alvariño, que participó el pasado 10 de octubre en la presentación de su plan ante los vecinos de las zonas afectadas, detallando las medidas y respondiendo a sus dudas.
El plan
La propuesta elaborada por el Concello de Neda pasa por construir un “camellón”, un montículo de tierra que se elevaría entre unos noventa centímetros y un metro sobre el cauce y permitiría separar las cuencas de los dos ríos. En concreto, se ubicaría a lo largo del canal entre los molinos de Xenaro y de Moncho y del que los separa del Belelle. Este dique, que se situaría en zona de dominio público hidráulico, también se podría emplear como senda peatonal.
Más allá de esta actuación, que dificultaría que se uniesen los cauces de los dos ríos en caso de crecidas, el plan también pasa por evitar que estas se produzcan en la medida de lo posible. Así, se propone eliminar los azudes del río Belelle e instalar un sistema de telecomandado desde el embalse da Fervenza que controle la apertura de las compuertas de entrada a todos los molinos y coordine los alivios del nivel de agua embalsada. Estas medidas van orientadas a la raíz del problema: el reparto de caudales entre ambos ríos para que cada uno mueva una cantidad de agua acorde a su capacidad topográfica, lo que supondría que el Belelle llevase un 80% y el Basteiro, un 20.
Dependiendo del resultado que tuviese esta propuesta se podrían estudiar medidas adicionales como la mejora de la capacidad del Belelle sustituyendo los puentes privados o ampliar el puente de la AC-115 y el municipal de Pename. Asimismo, el Gobierno local también se comprometió a crear un Plan de Actuación Municipal para estas situaciones, un protocolo que no es obligatorio en el caso de Neda de acuerdo con el Plan especial de protección civil ante o risco de inundacións en Galicia (Inungal).
Augas de Galicia
El plan del Concello de Neda busca mejorar las propuestas recogidas en un informe de Augas de Galicia presentado a las puertas de las pasada elecciones autonómicas en el que se apuntaba a medidas sin impacto directo en el caudal como modificar el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) para evitar asentamientos en las zonas inundables. “Augas de Galicia pedía adaptar el PXOM al mismo tiempo que informaba favorablemente la construcción de dos viviendas a pocos metros del río”, lamenta el Gobierno local, que entiende que el informe no aportaba “soluciones reales” ante esta problemática.
El ente dependiente de la Xunta de Galicia sí coincidía en el Concello de Neda en el diagnóstico, apuntando al reparto desigual de caudal entre los dos ríos. Sin embargo, su principal medida pasaba por actuar sobre el puente de Pename, de titularidad municipal, pero sin entrar en actuaciones en los cauces.
De hecho, según denuncia el propio Gobierno local, el informe de Augas de Galicia no contaba con la presencia de elementos tan importantes para los cauces como los tres azudes en el Belelle, la existencia de puentes privados e incluso la existencia de varias tuberías bajo el puente de Pename detectadas en una exploración topográfica en 2022. Frente a este plan centrado en la ampliación del puente de Pename, el Gobierno local apuesta por “actuaciones más prioritarias” como la creación del dique de tierra entre ambos cauces, la eliminación de los azudes y el control telemático del embalse.
En todo caso, el Concello de Neda ha insistido en “tender la mano” a Augas de Galicia para que estas medidas sean una realidad y no se repitan hechos tan dramáticos como los de noviembre de 2023. Este mismo mes, con la llegada del huracán Kirk, los vecinos pasaron la noche en vela ante el miedo a que los cauces se volviesen a desbordar. “Los informes coinciden en que se debe mejorar el reparto de los caudales y que, cuando estos se mantienen en las proporciones correctas, se aumenta considerablemente el caudal que se puede soportar y el tiempo necesario para que afecte a las viviendas”, concluye el Concello de Neda.